El órgano de dirección del Sacude -un acrónimo que sintetiza Salud, Cultura y Deporte, las tres áreas de acción del complejo- es la comisión de Cogestión, donde la división es bastante pareja: la integran tres técnicos de la IM (uno de cada área), el coordinador de gestión -también designado por la IM-, un representante del Municipio D, otro del concejo vecinal y tres representantes (uno por cada área) electos por los vecinos en elecciones abiertas. Estos últimos fueron los que se renovaron el domingo, en unas elecciones en las que participaron 96 vecinos. Fue la tercera elección, y si bien implicó un crecimiento en la cantidad de candidatos (en 2012 se presentaron siete y en esta, 11), los votantes fueron menos (en 2012 habían votado unas 150 personas).
El clima del domingo no ayudó. Cuando la diaria llegó al Sacude (en la calle Los Ángeles, a pocas cuadras de Instrucciones), el flujo de votantes repuntaba porque la lluvia había parado. La mesa de votación la integraban dos de los actuales representantes vecinales: Alejandra Silva y Felix Pío González. Ambos aseguraron que en la comisión de Cogestión hay discusiones, pero que las posiciones fueron en general “bastante uniformes” y que los técnicos de la IM “están sumamente involucrados con el proyecto”. El presupuesto del Sacude lo asigna la comuna, pero los vecinos, que hacen pequeños aportes personales, quieren formar una asociación civil para obtener más recursos.
Entre los votantes que pasaron de tarde había adultos y personas mayores, pero también otras más jóvenes, como Luis, que se enteró de las elecciones porque jugó un campeonato de fútbol en la cancha del complejo y se acercó a votar. También pasaron algunos chiquilines, que vieron que estaba abierto y se mandaron, sin suerte, a la cancha.
Acompañando las elecciones estaba un grupo de vecinos que, según el coordinador del complejo, Germán de Giobbi, “están siempre dispuestos y en permanente contacto”. Norma Espino es una de ellas. En el Sacude participa en el coro, en el grupo de teatro, en uno de adultos mayores llamado Eternas Primaveras, hace gimnasia y tai chi, y además integra diferentes comisiones. “Me puedo desarrollar y puedo trabajar hacia la comunidad”, dice Norma, que reivindica que todo lo que se ha logrado “ha sido mediante el trabajo organizado de vecinos”.
De ese núcleo duro salieron algunas de las autoridades electas. Como referente de cultura fue electo Fredy Pepo Vidal, de unos 55 años, que nació a cuatro cuadras del complejo y creció allí. Donde ahora hay un salón de espectáculos para unas 500 personas funciona, desde 1941, el Club Municipal. “Teníamos un grupo de boy scouts, crecimos con un grupo juvenil, se organizaban bailes, corsos en carnaval”, recuerda, y cuenta que sus mayores incluso tienen historias de casamientos y velorios en el salón. El lugar, entonces, siempre tuvo cierta “centralidad” en los barrios de la zona. El complejo Sacude surgió hace unos diez años, cuando, como parte de las obras de realojo y mejoramiento de los asentamientos Barrios Unidos, Curitiba y 3 de Agosto, se destinaron 900.000 dólares para la reforma. Además del salón -que recibió a la Orquesta Filarmónica y a obras de teatro de la Comedia Nacional-, hoy hay un gimnasio cerrado, grande, con gradas y una sala de musculación a un costado, un anfiteatro, varios salones para uso de los grupos, sala de informática, una cancha de fútbol con iluminación y un parque abierto con juegos.
De Giobbi cuenta que han tenido incidentes vinculados al tema de seguridad. “Si lo valoramos en términos de la cantidad de gente que participa es muy minoritario; han sido hechos muy menores, que responden a las dinámicas sociales de la zona, pero creemos que hay un componente de apropiación”, dijo. Según el coordinador, los hechos de violencia contra las instalaciones ocurrieron con “gurises que recién llegaban al complejo y que hoy están dentro”. “No entendían los límites o los valores, y hemos tenido que conversar para instalar una cultura institucional del respeto”, explicó. Por otra parte, a partir de una asamblea de vecinos se resolvió crear una cooperativa de trabajo que se encargará del mantenimiento de las instalaciones.
Identidad común
Vidal contó que el complejo recibe a 2.500 personas por semana, de las cuales 1.000 son pacientes de la policlínica Los Ángeles y 1.500 asisten a las actividades que se ofrecen (hay desde atletismo hasta talleres literarios, pasando por clases de circo, hip-hop y talleres de preparación del parto). El 90% de las actividades son gratuitas, y las pagas implican cuotas bimensuales de 200 pesos. Las convocatorias son numerosas. Al cierre de los talleres, por ejemplo, fueron unas 400 personas del barrio, y también a fiestas como la Noche del lobizón, para niños, el 31 de octubre, o la Noche de la nostalgia, el 24 de agosto. “Creo que hay una tradición de muchos años de que, al ser un barrio que estaba un poquito aislado de la ciudad, se convertía en un lugar social, era el lugar de encuentro, y hoy todavía existe esa sensación de que esto sigue siendo de todos”, sostuvo Vidal.
Este año, algunas de las innovaciones fueron una escuelita de básquetbol a cargo del ex jugador de la NBA Alex English y los talleres de radio comunitaria, a los que acuden unas 20 personas con el objetivo de instalar una radio propia en el Sacude. “La comisión de Cogestión es muy pujante y se atreve a mucho. En las primeras obras, cuando vino algún artista no muy conocido, a veces había más gente arriba del escenario que entre el público. Sin embargo, se insistió, se tuvo constancia”, valoró Vidal.
El coordinador dijo que la participación es uno de los desafíos principales. “Teniendo en cuenta que circulan 2.500 personas por semana, nos hubiese gustado que el número de votantes fuera más alto; pero, por otra parte, aumentó la gente que quiere dedicar un pedazo de su vida, de sus horas, a este lugar”, destacó. Evaluó que en el compromiso de los vecinos que participan juega que la participación “es real y está permitiendo hacer cosas muy rápidamente”, y destacó que está empezando a llegar gente de otros barrios: “Al hacer actividades que están en otras centralidades, se empieza a romper barreras, desde el barrio y hacia el barrio”.