El Plan Solar es definido como una herramienta para desarrollar la energía solar térmica en Uruguay, en línea con la política de diversificar la matriz energética, principalmente a partir de fuentes autóctonas y renovables. Está dirigido al sector residencial, en el que se produce 21% del total de consumo final de energía y 40% del total del sector eléctrico. En promedio, 37% de lo que se paga en la factura eléctrica de un hogar está destinado al calentamiento de agua, según la encuesta “Fuentes y usos de energía”. Mediante la instalación de un calentador solar se podrá ahorrar entre 60% y 70% del consumo de energía destinada al calentamiento de agua, lo que equivale, según Casaravilla, a un ahorro de entre 20% y 30% del consumo de energía eléctrica en un hogar en el que el uso del calefón eléctrico sea abundante. A su entender, “en un hogar de un solo integrante que va al club no vale la pena instalarlo”.

En el mismo sentido, Méndez opinó que el sistema es “altamente conveniente para los hogares donde viven muchas personas y que usan mucho el agua caliente”, mientras que “es dudoso que convenga en uno donde vive una única persona y se baña una vez por día”.

El equipo, explicó el director de Energía, consiste en un colector que contiene tubos de vacío o de cobre por donde circula el agua que se calienta con el sol, y un tanque donde se almacena el agua caliente hasta el momento de ser utilizada. “El calefón eléctrico no se saca, se usa paralelamente. Cuando viene el agua caliente pasa por el termotanque y no se prende, pero algunos días de lluvia o según la hora, el agua pasa por ahí y si es necesario se calienta más. Cuando la temperatura es suficientemente elevada el agua puede no pasar por el calefón”, señaló.

El calentador solar, incluida su instalación, cuesta alrededor de 2.000 dólares y tiene una vida útil de entre 15 y 20 años. Con el Plan Solar se generaron distintas vías de financiamiento hasta cinco años, por intermedio del Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) y de empresas financieras del sector privado. Según Méndez, el valor de la cuota puede ser similar al ahorro que se obtiene por utilizar menos tiempo el calefón. “Cuando terminás de pagar el equipo tenés por lo menos 15 años más de reducción neta”, señaló. Además, UTE brinda a los 2.000 primeros clientes un subsidio de 700 pesos más IVA por mes durante dos años, que se descuentan de la factura y que suma 1.000 dólares, es decir, la mitad del costo del equipo, lo que supone 800.000 dólares de inversión de la empresa estatal. También se destaca el seguro que contiene el equipo, por un período de cinco años, contra robo, efectos del clima, vandalismo y contra terceros.

Tibio

“La Dirección Nacional de Energía [DNE] calificó los equipos que se venden en el país y reconoció a aquellos de calidad suficiente como para poder ingresar en el plan. Cumplen con todos los requisitos de seguridad y de presión del agua. Tenemos la lista de los instaladores habilitados”, anunció. Si una persona quiere obtener un calentador solar, explicó Mendez, “debe contactarse con la DNE o con UTE, o acceder a sus páginas web y obtener la lista de los vendedores habilitados. Le hacen el presupuesto y si decide obtenerlo debe dirigirse a una oficina de UTE para pedir el ingreso al subsidio”.

Los equipos están exonerados de IVA si son fabricados en Uruguay. Según el director de Energía, “hay tres fabricantes nacionales de colectores solares a partir del Plan Solar”. A su entender, se trata de tecnologías relativamente sencillas, pero sus materiales, que en su mayoría son importados, representan buena parte del costo del equipo.

Ayer se hizo un sorteo entre las 800 personas que se adhirieron al plan. A las 50 beneficiadas se les pagará el costo del colector, de forma de estimular la conexión a este sistema. El Plan Solar fue lanzado por la DNE hace dos años y medio. Según Casaravilla, la adhesión al sistema “va muy lento”. “Tenemos varias proyecciones. Yo tenía la perspectiva de que a esta altura deberíamos tener en el orden de 5.000 equipos, y no llegamos a 1.000. Estimo que en Uruguay, a mediano plazo, cuando esta tecnología se imponga tendríamos que tener unos 100.000 equipos instalados. Tenemos paciencia y vamos a seguir insistiendo”, agregó.

“Hay decisiones que podemos tomar desde el Estado: instalar parques eólicos, fotovoltaicos, salir a buscar petróleo, instalar una planta regasificadora. Pero instalar un colector solar en el techo de una casa es una decisión que tiene que tomar cada persona”, dijo Méndez. En ese sentido, señaló que desde el Estado se intenta generar las condiciones para que ese cambio ocurra. “Hay varias encuestas que muestran el rotundo apoyo de la población a la transformación que estamos llevando adelante. Pero otra cosa es tomar una acción concreta en tu propia casa, que implica picar una pared para instalar un caño. Lo comprendo y no tenía ninguna expectativa de que en dos años la mitad de los hogares del país tuvieran colectores solares. Eso no ocurre en ninguna parte del mundo, excepto en los lugares donde obligatoriamente en determinado plazo tienen que pasarse a los colectores solares”, agregó. En Uruguay la Ley Solar, de 2009, establece que los grandes consumidores de agua caliente, como clubes deportivos, hospitales y hoteles, tienen que construirse previendo la instalación de colectores solares.

“Como todo cambio cultural tiene etapas en las cuales vale la pena generar condiciones. No se genera de la noche a la mañana. Los cambios se dan de forma definitiva cuando la gente toma conciencia de la importancia de llevarlo adelante. Es interesante premiar a aquellos que toman acciones modificatorias de los hábitos”, concluyó.