El sol de la mañana sabatina motivó a algunos vecinos de Punta Gorda a pasear, en bicicleta o caminando. En el comité de base Volteadores, los primeros militantes comenzaban a organizarse para recibir al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, repasando los roles que ocuparían durante el encuentro. Pasadas las 11.00, se prendió el fuego de la parrilla, y sobre el mediodía llegó el ministro. Refugiadas del calor en el interior del comité, más de 50 personas, en su mayoría adultos mayores, se aprestaron a escucharlo.

El ministro comenzó haciendo un repaso histórico de las diferentes doctrinas y estructuras que ha tenido la Policía, desde la creación de su ley órganica en 1971 hasta los gobiernos del Frente Amplio (FA). Afirmó que la izquierda uruguaya no les dio importancia a las políticas de seguridad hasta este gobierno. Aseguró que desde la asunción del FA en 2005, la cantidad de robos ha aumentado porque se mejoraron los salarios y se bajó el desempleo, y por eso hay más víctimas potenciales. Recordó que en los primeros años de presidencia de Tabaré Vazquez, las encuestas revelaban que el principal problema para los uruguayos era el desempleo, y fue recién a partir de 2008 que ese lugar fue ocupado por la seguridad. Bonomi señaló que “cuando hay crisis y desempleo, la seguridad no es un tema prioritario”, y por eso no se elaboró ningún plan en esta materia en el primer gobierno.

Valoró que no tenemos una Policía adecuada para los nuevos tipos de delitos, “más violentos”, que comenzaron con la expansión del consumo de pasta base después de la crisis de 2002. “Nuestra Policía está preparada para responder y no para prevenir”, consideró, y por eso “incorporamos la Policía Comunitaria, para que esté más en contacto con la gente”. El jerarca también explicó la reestructura que se está implementando en la Policía para dotarla de personal más operativo y menos burocrático, e informó de las innovaciones tecnológicas que se han adoptado para el control de las patrullas, como el monitoreo georreferenciado de los vehículos y el nuevo sistema electrónico de los vales de nafta. Reconoció que estos cambios han generado resistencia, pero dijo que “la reestructura fue pensada con los policías”, para que sean más aceptados.

Bonomi también se refirió al plebiscito para bajar la edad de imputabilidad. Si bien reconoció que el número de “menores infractores” ha aumentado en los últimos años, recalcó que esta medida no ha sido la solución en ningún país, porque el crimen organizado siempre reclutará menores por debajo de esa edad. “Si se los mete presos, cuando salen, a los tres meses, lo hacen con una medalla para su ambiente; les da estatus”, indicó. Aclaró que los menores no son inimputables, sino que “se los procesa de otra manera”, y que la falencia está en que no existen “verdaderas políticas de rehabilitación hace añares”.

Vecinos alertas

Consultado por uno de los vecinos sobre los hechos de violencia en el deporte, Bonomi dijo que las cámaras del estadio Centenario son de alta definición y que si no hay identificación de los “violentos”, es porque quienes los conocen no los identifican. Según explicó, la Policía no puede ejercer el derecho de admisión, como piden los dirigentes, porque por ley no puede tener un registro de personas, a menos que hayan sido procesadas. “El que tiene que ejercer el derecho de admisión es el que organiza el espectáculo, el dirigente, pero no los quieren identificar. Hay falta de voluntad”, afirmó. También expresó que la solución no es tan sencilla como se piensa y que no se puede comparar con el problema que tenía Inglaterra con los hooligans, porque no es sólo una cuestión deportiva, sino que está vinculada a otras actividades 
delictivas”.

También se cuestionó la pasividad en los controles “a los blancos y colorados corruptos”, cuando “a los frentistas honestos, como el [ex] intendente de Treinta y Tres [Gerardo Amaral], se los procesa por mucho menos”. En este sentido, indicó la falta de controles que existían en el Complejo de Atención y Mantenimiento Automotriz, donde se reparaban los vehículos policiales. Bonomi explicó que tras constatarse varias irregularidades, el local se cerró y se hizo un convenio con el centro de talleristas, y se hicieron las denuncias correspondientes. Aseguró que la corrupción policial bajó y que los controles subieron, y el resultado se refleja en las 300 bajas anuales que hay por corrupción.

Cuando el olorcito de la parrilla ya hacía agua en la boca de los presentes, Bonomi cerró su disertación con una reflexión sobre las mayorías parlamentarias. Recordó que quienes ahora critican las mayorías parlamentarias del FA son los mismos que crearon el balotaje, manifestando que “no se podía gobernar sin mayorías”, y afirmó que, de izquierda o de derecha, “mayorías siempre va a haber”.

El ciclo de almuerzos con los ministros continuará el último sábado de abril con la presencia del ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker.