El encuentro que se produjo cuando las maestras del turno matutino culminaban su jornada en el local escolar de Flor de Maroñas y las de la tarde ingresaban para empezar la suya, tuvo lugar entre lágrimas y abrazos. Las colegas se transmitían afecto y se daban aliento. También los padres y madres de los alumnos animaban a las maestras y se consolaban entre ellos. Es que la imagen del interior del edificio impresionaba. Un vallado colocado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) aislaba la zona siniestrada el domingo de madrugada (ver http://ladiaria.com.uy/ACqW). Muchos vidrios rotos, restos de bancos desperdigados y hollín era lo que quedaba de lo que habían sido salones de clase adornados con cortinas coloridas, confeccionadas por integrantes de la comisión de padres, y con dibujos de los escolares.

Mientras los adultos, convocados por las autoridades, aguardaban a ser recibidos, algunos ayudaban a descargar de un camión el nuevo mobiliario enviado por el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP). Los bancos nuevos se instalarán en los salones que no fueron incendiados, y por esta semana impartirán clases compartidas. Durante las vacaciones de invierno que comienzan la semana próxima evaluarán la instalación de aulas prefabricadas.

Las soluciones serán provisorias, porque de los salones de clase incendiados únicamente se rescata la estructura. Los techos deberán ser retirados, porque corren riesgo de caerse, y las estructuras de aluminio también serán quitadas. La arquitecta del CEIP Leticia Botti indicó que la reconstrucción de los salones puede llevar entre dos y tres meses, porque previo a la obra hay que hacer un llamado a licitación. Para el final de obra se prevé contar con la colaboración del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos, que congregará a los padres de los alumnos de la institución.

Pensando a futuro

Mientras Ricardo Ehrlich, ministro de Educación y Cultura; Héctor Florit, director del CEIP; Luis Garibaldi, director nacional de Educación; y Néstor Pereira, integrante del Consejo Directivo Central de la ANEP, entre otros jerarcas, recorrían la zona vallada, las maestras, en el patio de la escuela, comenzaron a leer una proclama. Catalogaron los hechos como “vandalismo” cometido por una “minoría de inadaptados” y dijeron que “a todos nos dan vergüenza”. Consideraron que a partir de ahora se enfrentan a un “nuevo comenzar” que deberán hacer “juntos”.

Las autoridades también les hablaron a los vecinos de Flor de Maroñas e hicieron llegar un saludo de solidaridad del presidente José Mujica, quien convocó para hoy al Consejo de Ministros para delinear una estrategia de abordaje del tema. Florit dijo que los actos vandálicos contra las escuelas son frecuentes, e hizo énfasis en que es momento de señalar públicamente que “ni con agravios ni con ataques” los maestros van a dar “un paso al costado”. Recordó que la educación pública simboliza “lo que la sociedad quiere para su futuro” y que con actos de estas características se está atacando “el futuro de la sociedad”. En diálogo con la diaria, catalogó el incidente de “mazazo, agravio inexplicable, insensato e irracional”, pero que han tomado como una oportunidad de “alzar la voz diciendo basta de barbaries contra las instituciones públicas; basta de agraviar el patrimonio común; basta de atentados a las instituciones que hacen al bien común”.

Los padres consultados también mostraron indignación y asombro. Amelia, por ejemplo, contó que ella fue alumna de esa escuela, luego sus hijos y ahora sus nietos. Describió el incidente como “una tristeza de la familia” y consideró que en la medida que haya “gente salida de tono” van a seguir sucediendo incidentes similares.

Por su parte, Alexia, mamá de tres alumnos y ex alumna de la escuela, consideró que “una cosa es vandalismo, pero esto va más allá; esto es otra cosa”, aunque no supo definir esa “cosa” de una manera más concreta.

En tanto, Lorena, mamá de una alumna de cinco años que cursa educación inicial, contó que cuando la hija se enteró del incendio empezó a llorar y se preguntaba cómo podía recuperar su carpeta con dibujos. Una de las maestras de esa clase enfatizó que los primeros cinco años de vida son muy importantes y subrayó que la pérdida de los dibujos y trabajos educativos que reflejan su evolución, así como los materiales didácticos, no son un hecho menor.

También concurrieron a la escuela los más descreídos, que asocian el rápido accionar de las autoridades educativas con el año electoral. Una madre le comentaba a un padre en la puerta de la escuela: “Todo esto es política; si no había política este año, no venía nadie”. El hombre que escuchaba asintió con la cabeza.

Desde el Ministerio del Interior se informó que el domingo se avanzó en la investigación y ayer fueron procesados un hombre con prisión y una mujer sin prisión. Además, recuperaron algunos de los objetos robados de la escuela. Del parte elaborado se desprende que no había personal de servicio 222 cuidando el local, por lo que se lleva a cabo una investigación interna. Entre los padres circulaba el rumor de que los detenidos son vecinos de la zona y ex alumnos de la escuela, y hay quienes manifestaron preocupación por la represalia que pueda haber contra las familias de los involucrados.

La jornada terminó con una movilización convocada por la Asociación de Maestros del Uruguay-Montevideo en la plaza ubicada frente a la escuela. Allí se desarrolló un acto de desagravio, teniendo en cuenta que los hechos ocurridos comprometen el aprendizaje de los niños.