Los 20 cooperativistas que fundaron la Cooperativa de Trabajadores de Vitivinicultura del Norte (Cooptravinor) estarán hoy en el remate de la tierra donde funcionaba Calvinor, pero como espectadores. Cuando la empresa cerró, en 2012, fue a concurso voluntario, y después de un año y medio, el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) eligió rematar el inmueble para cobrar la hipoteca que tenía sobre él.

Apenas cerró Calvinor, los trabajadores ocuparon la bodega para defender los créditos laborales adeudados, y comenzaron a diseñar un proyecto para hacerse del emprendimiento. En junio de 2013 fundaron la cooperativa y desde entonces están en negociaciones con el Fondes, para obtener un crédito que les permita funcionar y para solucionar la problemática respecto de la propiedad de la tierra. Los cooperativistas presentaron un proyecto solicitando 1.800.000 dólares para capital de giro e inversiones iniciales y un segundo crédito por 2.000.000 de dólares para la compra de la unidad productiva.

En primera instancia desde el Fondes se les respondió que no podían dar los 2.000.000 a la cooperativa, pero que el Estado compraría la tierra y cedería su uso a Cooptravinor. Sin embargo, esa alternativa fue descartada hace tres semanas, después de que se concretó una fecha para el remate.

la diaria no pudo comunicarse con autoridades del Fondes que explicaran la decisión. Romero recordó que desde el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) “hemos trabajado desde el primer momento” por el proyecto cooperativo, junto con la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida y el Instituto Nacional de Cooperativismo (Inacoop), y consideró que el remate en estas circunstancias “es una lástima, porque el proyecto puede quedar por el camino”. Recordó que el BROU invirtió 100.000 dólares para pagarles a los trabajadores por la guardia del local y la unidad productiva (lo que permitió, por ejemplo, que este verano se realizara la vendimia), y que el MTSS ha promovido el pago, desde el cierre de la empresa, del seguro de paro a los trabajadores. “El seguro de paro no se dio por un capricho del ministerio, sino porque había un proyecto importante detrás”, sostuvo.

Consideró que el análisis estuvo “muy mal enfocado”. “Decían que era mucha plata para 30 personas”, pero la idea que se planteaba desde Cooptravinor, el Inacoop y la Dinatra, aseguró, apuntaba a que el Estado (por intermedio de instituciones como el Instituto Nacional de Colonización o Alur) se quedara con las tierras, “diera a los trabajadores las 25 hectáreas para hacer la cooperativa y se dejaba tierra para un proyecto de otro tipo, para sacar la rentabilidad que se precisaba”. Un estudio reciente confirmó que existen aguas termales en el subsuelo del predio, ubicado en Colonia Viñar, a unos 30 kilómetros de Bella Unión.

“Nosotros lo hemos planteado permanentemente”, afirmó el jerarca, “pero no somos los dueños de la plata”. “A última hora alguien entendió que el proyecto no podía salir, y los técnicos saben más que uno”, dijo, pero consideró que en este caso se tomó en cuenta “sólo lo económico y no se miró lo político y lo social”. Romero consideró que el futuro de la cooperativa dependerá de quién compre el inmueble. “En el interior hay muy poca simpatía por las cooperativas de trabajadores y por que trabajadores organizados estén haciendo cooperativas de producción. No sé si un privado que compre dejará que los trabajadores se queden ahí. Me parece muy difícil”, 
comentó.

Enrique Machado, presidente de Cooptravinor, informó que saben que ha habido interesados que consultaron por el bien y no descartan la posibilidad de negociar con quien adquiera el inmueble. Contó que en estos últimos días se reunieron con el rematador y con el vicepresidente del Frente Amplio Juan Castillo. En caso de que efectivamente se concrete el remate, “vamos siempre dispuestos a dialogar y salvar nuestra fuente laboral”, 
aseguró.