“¿Queremos que no se usen aplicaciones que le saquen trabajo a la gente?, ¿o queremos que no se usen aplicaciones del exterior?”. Éste es el interrogante que hay que plantearse, según Carlos Caetano, presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), ante la situación generada a partir del uso de aplicaciones extranjeras para llamar taxis y el reclamo de los dueños de los vehículos de que no se permita su uso en Uruguay.
Si bien la CUTI no fue convocada formalmente, la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados anunció que llamará a una delegación de la organización para consultarle respecto de las demandas efectuadas por la patronal sobre que sólo se permita utilizar el software que la patronal está creando. Asimismo, citarán a representantes de la Unidad Reguladora de los Servicios de Comunicaciones y al director de Tránsito de la Intendencia de Montevideo (IM), Hugo Bosca. Este último declaró días atrás que lo “mejor” que puede ocurrir es que no se apliquen las nuevas tecnologías en el sector.
Hasta el momento concurrieron a la comisión los empleadores, y unos días después lo hicieron los trabajadores del taxi.
Uno de los planteos que se efectuarán a CUTI es qué sucederá si se bloquean los softwares internacionales en Uruguay. En diálogo con la diaria, Caetano adelantó que en el caso de que la IM o el Estado decidan implementar esa política se iría “contra los lineamientos del gobierno”. Recordó que Uruguay impulsa la libre utilización de plataformas. Y remarcó que generalmente las legislaciones son “espejos”, de manera que si se bloqueara una aplicación desarrollada en determinado país, éste podría hacer lo mismo con los programas uruguayos.
Asimismo, opinó que se iría en contra de la tendencia mundial, que es de apertura a la incorporación de programas en función de si éstos resultan útiles y apropiados. “Creemos que regular esa cuestión es un problema cuando el gobierno está alineado a no regular; de hecho, en la ley de medios no está incluido el tema internet”, expresó.
Consultado sobre si la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual debería contemplar el uso de internet, opinó, a título personal, que no, porque “regular implicaría cerrarnos”. “Eso va en contra de lo que tendríamos que hacer”, añadió.
Cuestión de seguridad
“No estamos en contra de la tecnología. Vemos el cambio y somos el único gremio del mundo que se preocupó por hacer una aplicación propia. No queremos el monopolio del trabajo, sino tener la seguridad de que podremos seguir accediendo a él”, dijo Óscar Dourado, de la patronal del taxi, ante la comisión.
Es justamente con el argumento de la inseguridad laboral que genera la incorporación de software para llamar a los taxis que la patronal anunció que mandará a seguro de paro a unas 200 radio-operadoras. Al mismo tiempo, adelantó que está comenzando a implementar una aplicación de carácter nacional que funcionará mediante tablets.
Por su parte, los trabajadores consideran que las radio-operadoras no deberían dejar de existir, por un tema de seguridad. De hecho, señalan que, al no tener que dedicarse a atender llamadas ni coordinar viajes, podrían concentrarse en la asistencia a los conductores.
En este contexto es que el vocero de la CUTI señaló que lo que hay que cuestionarse es si no se quiere habilitar el uso de aplicaciones para no dejar gente sin trabajo o si no se quiere que se utilicen programas extranjeros. “Porque si la patronal está generando una aplicación para hacer lo mismo que hace la aplicación del exterior, en concreto no estamos defendiendo fuentes de trabajo. ¿Qué estamos defendiendo?”, reflexionó Caetano.
También remarcó que el servicio de taxi utiliza desde hace tiempo un programa de respuesta automática cuando la persona llama por teléfono y aguarda hasta que se le asigna un móvil.
En relación a los dichos del director de Tránsito de la IM, Caetano sostuvo que su opinión es contraria. “Yo opino que no hay que cerrarse, no por el taxi, sino por un tema genérico. Porque el problema es que no podemos cerrar los ojos al mundo. En un país chiquito como el nuestro, ¿vamos a desarrollar software para nosotros solos? ¿Vamos a levantar barreras cuando todo el mundo quiere bajarlas? Creo que hay que abrirse, porque si nos cerramos tenemos más para perder”, concluyó.
Mientras las autoridades indagan sobre el destino de la tecnología en el sector, los trabajadores se continuarán manifestando en contra de la pérdida de fuentes de trabajo y seguirán en conflicto. El domingo se movilizarán en torno de la terminal de ómnibus Tres Cruces, aprovechando el retorno de muchos turistas por el fin de las vacaciones de invierno. Además, en estos días solicitarán reuniones con el ministro de Trabajo y Seguridad Social, José Bayardi, y con la intendenta de Montevideo, Ana Olivera.