El portal de la Iglesia Católica del Uruguay replica una entrada del blog del obispo de Minas, Jaime Fuentes, en la que cuestiona duramente un librillo de educación sexual que se elaboró para que alumnos de primaria compartan con sus familias. El objetivo del material educativo es aportar insumos para que los niños dialoguen con sus familias sobre sexualidad, pero para Fuentes, que además es responsable de la Comisión Pastoral para la Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Uruguaya, el material, “bajo la apariencia de educación sexual para las familias [...] encubre la infausta ideología de género”, con el objetivo de “cambiar la concepción judeo-cristiana de la familia y la sexualidad”.
El material elaborado desde la comisión y la coordinación del Programa de Educación Sexual de la Administración Nacional de Enseñanza Pública (ANEP) se titula “Está bueno conversar”, y para Fuentes “muestra la hilacha”. Según el religioso, “el pudor es la tendencia natural a reservar la propia intimidad”, y “es obvia la relación entre sexualidad y pudor”, pero señala que el título del último capítulo (Divertirse y cuidarse) “pretende desmentir esa relación” y así “llevar a los adolescentes a vivir su sexualidad con un propósito de fondo muy distinto”. Además, afirma que en una de las ilustraciones que acompañan el material hay “dos chicas con aspecto de ‘loquitas’” que se están pintando para ir a bailar, en la que una sugiere a la otra que lleve preservativos.
Previsible
Consultada por la diaria, la militante feminista Lilián Abracinskas dijo que no le extraña que desde la Iglesia se salga “a demonizar” al feminismo y la educación sexual, y se pretenda imponer un único modelo de sexualidad y de ser hombre y mujer. Además, evaluó que la Iglesia Católica atraviesa una “crisis institucional”, porque si bien se ha nombrado autoridades “más progres”, como el papa Francisco y el arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, el grueso de su estructura institucional “sigue siendo conservador”, según analizó. De todas formas, coincidió con Fuentes en que en realidad se trata de una discusión sobre modelos de ideología de género.
Relación complicada
Abracinskas señaló que la relación entre el feminismo y la Iglesia Católica depende del sector de la institución religiosa del que se hable, pero en general las jerarquías siempre han tenido “cabezas más conservadoras”. Sin embargo, recordó la visión “más humanizada” de Luis Perico Pérez Aguirre o la de varios sectores de base afiliados a la Teología de la Liberación, aunque señaló que por lo general deben llamarse a silencio, por lo que les queda la opción de acatar o irse de la institución.
Acerca del material, Abracinskas indicó que es “muy básico” y que, lejos de buscar imponer modelos de familia y sexualidad, tiene un enfoque “más bien preventivo” y se centra en aspectos como la conveniencia de llevar y usar preservativos, tanto para hombres como para mujeres. La activista agregó que los materiales de educación sexual deben basarse en evidencias y ser lo más amplios posible para que cada persona lo decodifique según su sistema de valores. En ese sentido, señaló que el programa de educación sexual del gobierno es “muy tibio” porque no tiene claro para qué educa.
Todos los gustos
En su entrada del blog (desdelverdun.org), Fuentes afirma que “estamos viviendo bajo una dictadura cultural”, a la que llama “dictadura del relativismo”, y dice que para “enfrentarla” es necesario “matar los sueños”. En entradas anteriores el obispo había aludido a otros capítulos de la publicación de la ANEP, que toca temáticas como la masturbación. Al referirse al tema, se pregunta si el acto se puede equiparar a otros como lavarse los dientes después de comer o usar calzoncillos largos. “¿Acaso es tan inocente el ‘vicio solitario’ (así se le denominó siempre [a la masturbación]) como fumar un cigarrillo después de comer? (¡No, fumar es pecado!)”, ironiza.
Por su parte, Fuentes se basa en una definición de familia de la Organización de las Naciones Unidas, que establece que la familia es “el núcleo natural y fundamental” de la sociedad, por lo que el religioso deduce que “eso significa que ella tiene una naturaleza propia”. “Si me preguntan qué es ‘naturaleza’, respondo con el Diccionario de la Real Academia Española que es la esencia y propiedad característica de cada ser. Tomando pie en esta definición, la esencia de la familia consiste, pues, en estar formada por un hombre y una mujer, ya que son los que tienen la capacidad de realizar el acto sexual propio del varón y de la hembra”, continúa. Para el obispo, la relación “estable y exclusiva” sobre la que se construye la familia es el matrimonio.