Las reacciones a la interna de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) no se hicieron esperar luego de que varios de sus centros anunciaran que no acatarán el resultado del plebiscito que busca definir un único candidato a rector del gremio, como ha ocurrido en la federación desde la aprobación de la Ley Orgánica de 1958. En un comunicado, centros del interior y Montevideo sin representación en la Asamblea General del Claustro (AGC), órgano que elige al nuevo rector, cuestionaron la decisión de los centros, y en particular a los que ya definieron que votarán a Roberto Markarian.

Los centros de estudiantes de Educación Física, Nutrición, Bibliotecología y Archivología, Relaciones Internacionales, Regional Norte, Regional Este de Maldonado, Centro Universitario de Tacuarembó y de Rivera, explican que sólo 15 centros de estudiantes de 30 tienen voto en la AGC, y que históricamente la FEUU definió que los votos de los delegados que la representan en ese ámbito respondan a los mecanismos de decisión de la federación (en la que participan todos los centros y asociaciones) para permitir “la participación de todos”.

Acerca de la presunta inhabilitación del Centro de Estudiantes de Relaciones Internacionales (CERRII), esgrimida por los centros para desconocer el plebiscito, el comunicado señala que el CERRII también participa en el Consejo Federal de la FEUU y que ninguno de esos centros ha dejado de concurrir ni ha desconocido las resoluciones de ese organismo hasta el momento. “No puede haber doble moral, a menos que la preocupación central sea alterar correlaciones de fuerza en favor de los intereses propios. Es inadmisible que una minoría recostada en sus privilegios, por razón de un cálculo electoral, prive del derecho a la participación a estudiantes de todo el país”, agrega al respecto.

Además, defiende la excepción que estableció la convención con el CERRII, la Asociación de Estudiantes de Ciencias de la Comunicación (Aecco) y el Centro de Estudiantes de Bibliotecología y Archivología (CEBA) para cumplir con el nuevo estatuto, que determina la participación de un centro de estudiantes por servicio. En el caso del CERRII, que participa en forma independiente del Centro de Estudiantes de Derecho (CED), sostienen que está bien que la FEUU quiera regularizar la situación, y señalan que la fórmula debe venir del propio CED, que no reconoce al CERRII en su estatuto, pese a que las carreras pertenecen a la misma facultad.

Lo mismo plantean para Aecco y el CEBA, cuyos servicios originarios dejaron de existir desde la creación de la Facultad de Información y Comunicación (FIC). En el caso de Aecco, que no tiene voto en la AGC, el centro adhirió a la declaración que cuestiona la legitimidad de la convención por la habilitación transitoria para estos centros, que de revocarse dejaría fuera de la FEUU al propio Aecco como tal.

El Frente Zelmar Michelini, corriente mayoritaria en el CED, emitió una declaración en la que considera “inadmisible” intentar que el 100% de los estudiantes no pueda pronunciarse y exhorta a los delegados estudiantiles en la AGC a acatar el resultado del plebiscito.

Está previsto que el plebiscito comience hoy en el Instituto de Comunicación de la FIC y la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, y se está terminando de ajustar el cronograma para el resto de la semana. Como Medicina, Humanidades y Ciencias de la Educación, Ingeniería y Odontología ya anunciaron que no reconocerán el plebiscito, es una incógnita la actitud que adoptarán cuando desde la FEUU se intente instalar urnas en esos servicios. Desde la Mesa de la federación aseguraron que si las urnas no pueden ser colocadas en algún servicio, los estudiantes podrán votar observado en otro lugar habilitado y con urnas funcionando.

Por ejemplo, el Centro de Estudiantes de Humanidades y Ciencias de la Educación (CEHCE), enfrentado con la gestión de Álvaro Rico en la facultad, acusa a los integrantes de la FEUU que respaldan la candidatura de Rico de “dar la espalda” a los estudiantes de Humanidades. Según el CEHCE, su conflicto contra el decanato es respaldado por una “abrumadora mayoría” de estudiantes de ese servicio.