La denuncia del caso de tres adolescentes que no pudieron entrar a un shopping capitalino el 31 de agosto no es aislada: la frase “La casa se reserva el derecho de admisión” es pronunciada con cierta frecuencia por vigilantes de locales comerciales y bailables. El impedimento de ingresar o permanecer en esos recintos suele tener relación con el color de la piel, con la vestimenta o con la opción sexual. Algunos de esos casos han sido denunciados ante la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda forma de Discriminación, que trabaja en la idea de “sugerir una reforma legislativa” para evitar esas situaciones, dijo a la diaria Alicia Saura, secretaria técnica de la comisión. El organismo -conformado en 2007 e integrado por representantes de los ministerios de Educación y Cultura, Interior y Relaciones Exteriores, la Administración Nacional de Educación Pública y referentes de organizaciones sociales- vela por el cumplimiento de la ley contra cualquier forma de discriminación, tiene la potestad de hacer denuncias penales si encuentra elementos para formularlas y también puede plantear al Poder Ejecutivo la creación de normas jurídicas.

La comisión está estudiando la denuncia de los padres de uno de los adolescentes que no pudieron entrar a Nuevocentro Shopping el 31 de agosto. Pablo Álvarez, director general de Secretaría del Ministerio de Educación y Cultura, opinó que el caso puede quedar “empantanado” si se intenta dirimir sólo en el plano del derecho, porque hay una contradicción entre el derecho de la propiedad privada y el derecho a la no discriminación: “Todavía no existe una legislación que nos permita resolver claramente este tipo de situaciones”, afirmó. Por eso apuntó a las campañas de difusión. Consideró que la presión para que estos hechos no ocurran puede tener mejores resultados mediante la información acerca de “este tipo de fenómenos que existen a cada rato en esos y en otros espacios públicos”, dijo aludiendo a los shopping y también a los boliches. Señaló, además, la conveniencia de que la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) asuma este tipo de casos porque “al estar en otro espacio institucional, fuera de la estructura del Estado, puede tomar otras acciones”.

En esa línea está trabajando la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda forma de Discriminación. Saura indicó que cuando terminen de recopilar la información necesaria plantearán el caso a la INDDHH, porque ésta tiene mayor alcance a la hora de hacer recomendaciones y puede constituirse in situ en los lugares para verificar lo que se denuncia.

Consultado por la diaria, Juan Faroppa, de la INDDHH, contó que han trabajado en situaciones de discriminación en boliches. Agregó que la institución se ha contactado con la Defensoría del Vecino y con la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda forma de Discriminación, “a los efectos de explorar qué posibilidades habría de regular de alguna forma el derecho de admisión, hasta dónde es lícito que el propietario diga ‘yo defino qué gente puede entrar’, porque el tema es cuál es la motivación: si es lícita o si configura una situación de discriminación”. Se piensa que así como hay disposiciones específicas de las intendencias respecto de la habilitación bromatológica, es necesario tomar en cuenta en la habilitación de los emprendimientos los parámetros de no discriminación al momento de hacer valer el derecho de admisión.