Costó resolverlo, pero al fin, este sábado, los colorados dieron por finalizado un tema que tendría que haber sido aclarado en menos de 90 días pero que durante seis meses estuvo atravesando los diferentes órganos partidarios: qué hacer con los dirigentes denunciados por apoyar explícitamente a candidatos blancos o frenteamplistas en las elecciones departamentales.
El sábado se levantó el cuarto intermedio de la Convención Nacional del Partido Colorado (PC) -que se había votado el 19 de setiembre- y se aprobó el informe de la Comisión Asesora de Ética y Conducta Política del PC, con 162 votos a favor, nueve en contra y 14 abstenciones. La comisión recomendó poner la sanción más leve a quienes fueron conquistados por el programa y carisma de los candidatos de otros partidos: el apercibimiento. En el documento se deja en claro que se tomó esa resolución en pos de “generar cohesión” entre los colorados.
Los principales dirigentes del PC votaron afirmativo; entre ellos, el senador de Vamos Uruguay (VU) Pedro Bordaberry y los diputados Germán Cardoso, también de VU, Fernando Amado, independiente, y Ope Pasquet, del grupo Batllismo Abierto; por la negativa votaron el senador José Amorín Batlle, de Propuesta Batillista, y los diputados Tabaré Viera y Conrado Rodríguez, ambos de Espacio Abierto, que no querían amonestar a nadie. La diputada Valentina Rapela y su grupo, la Lista 505, se abstuvieron.
Los sancionados son 15; entre ellos están el ex presidente de la República Jorge Batlle y el dirigente Francisco Zunino por apoyar a José Luis Falero en San José, el diputado de Colonia Daniel Bianchi por apoyar a Carlos Moreira, el diputado Aníbal Gloodtdofsky por dar su apoyo al frenteamplista Daniel Martínez en Montevideo, y el diputado Guillermo Facello por apoyar a Edgardo Novick, del Partido de la Concertación.
El grupo de Amado había presentado una moción para sancionar con penas más duras a los amonestados, que incluso llegaban a “inhabilitar para integrar listas por el lema PC” en el próximo ciclo electoral a Bianchi y Zunino, y “dada la importancia de su envergadura simbólica y política […] sancionar con censura que implica el descrédito partidario” a Batlle. A esta postura se sumó la de Pasquet, que también había presentado una moción para suspender por dos años a los dirigentes. Sin embargo, ambos diputados optaron por votar el apercibimiento porque no habían logrado alcanzar los votos para aprobar otro tipo de sanción. Por otro lado, estaba la moción presentada por Viera en esta última instancia, que pedía “amnistía general” para no sancionar a los denunciados y preguntarle a cada uno si era su decisión permanecer en el PC, que contó con el apoyo del grupo de Rapela. Desde la dirigencia del PC, el secretario general Cardoso y el presidente de turno de la convención, Adrián Peña, evaluaron el resultado de igual forma: era momento de abrir las compuertas y dejar que pasara el agua. “Había que dar vuelta la página”, aseguró Peña.