Se trata de un cupo que se venía negociando desde febrero de 2013 cuando el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, viajó a Moscú tras la incorporación de Rusia a la Organización Mundial del Comercio (OMC). En ese entonces, a la vuelta de la misión oficial, el jerarca sostuvo a la prensa que “hay que volver, pero con mayor presencia: más empresarios, más instituciones y, sobre todo, con mejor preparación” y casi tres años después, el país, que hasta el momento ha sido un mercado para carnes congeladas y para industrializar, habilitó ayer la compra de cortes uruguayos enfriados y de alta calidad.

El último viaje del subsecretario de Relaciones Exteriores, José Luis Cancela, a Moscú hace dos meses fue clave para la firma del acuerdo al que se llegó ayer al mediodía, con la presencia de una delegación rusa, en el Palacio Santos. También fue la primera reunión de la Comisión Mixta entre ambos países para la Contribución al Desarrollo de las Relaciones Económico-Comerciales, que si bien está prevista en los acuerdos desde 1967, nunca se había puesto en funcionamiento.

Los primeros temas tratados en el marco de este acuerdo refieren al ámbito “agropecuario y de laboratorio, tanto de salud pública como veterinario”, adelantó Cancela. Asimismo, se suscribió la extensión de un acuerdo entre ANCAP y la estatal rusa Gazprom, una compañía global de energía que se dedica a la exploración geológica, producción, transporte, almacenamiento, procesamiento y comercialización de gas y petróleo. Por otro lado, se conversó sobre el área satelital, teniendo en cuenta que el lanzamiento del primer satélite uruguayo AntelSat fue puesto en órbita en junio de 2014 desde una base en Rusia. El vicecanciller sostuvo que para la próxima sesión de esta comisión, que correspondería que se llevara a cabo en 2016 en Moscú, se abogará por que participe un consejo empresarial “para que pueda dinamizar aun más el comercio”.

Ayer a las 15.00 se presentaron en conferencia de prensa para anunciar el acuerdo. “No es fácil acceder a un mercado de las características del ruso, con su potencial, eludiendo cuotas y generando un mercado abierto”, estableció Aguerre desde un principio. Desde que el país entró en la OMC, sus estándares de calidad aumentaron notablemente. Pero, tras largas negociaciones, ambos países llegaron a un acuerdo. Los equipos del Instituto Nacional de Carnes (Inac), de los ministerios de Ganadería y Relaciones Exteriores, y ambos embajadores “fueron claves”, dijo Aguerre.

Durante dos años, 2010 y 2011, Rusia se posicionó como el mayor comprador de carnes uruguayas congeladas, con compras que equivalían a 34% y 25% del total exportado. Sin embargo, el crecimiento de la potencia china y el desajuste del tipo de cambio local con el ruso produjeron que a partir de entonces el primer puesto fuera cedido a China, que lo ocupa con una cuota de 20% de los aproximadamente 1.500 millones de dólares que se venden en el año, en tanto Rusia se quedó con alrededor de 15%. Datos del Inac muestran que en setiembre el desequilibrio cambiario se empezó a reducir, lo que provocó el repunte de las compras de carne. Hasta mediados de noviembre, las colocaciones de carne vacuna en Rusia apenas alcanzaron a 3% en volumen, con 10.531 toneladas, y 1,6% en facturación, lo que suma 19,8 millones de dólares.

La agenda bilateral no se agota ahí. Rusia ha sido y es el principal importador de manteca, y ahora planea la compra de ganado en pie. Por la delegación rusa, el jefe del Servicio Federal para el Control Veterinario y Fitosanitario, Sergey Dankvert, sostuvo ayer que el plan de su gobierno es aumentar el stock bovino en un millón de cabezas en los próximos cinco años. “Obviamente tenemos que conseguirlos de algún lado”, afirmó de manera indirecta, estableciendo que “lo que ustedes pueden hacer en dos años a nosotros nos llevaría cuatro”. Más tarde estableció que la “no vacunación sería una condición para la compra” y que Rusia considera a Uruguay “una plataforma para realizar inversiones”.

“En un rincón de nuestro litoral agrícola hay una comunidad que tiene profundos lazos históricos con Rusia. Ése es el pasado. El futuro es cómo encontramos en su contraestacionalidad la complementación de nuestros pueblos. Comercio, cultura e intercambio”, cerró Aguerre.