El Consejo de Ministros se reunió ayer en Carlos Reyles, una localidad de Durazno en la que viven 976 personas. “Estábamos un poco nerviosos, porque con la suerte que está teniendo el gobierno, había un riesgo grande de que creciera el río Negro y terminara medio Durazno inundado”, reconoció una fuente de Presidencia. Es que uno de los temas que estuvieron más presentes tras bambalinas fue la baja popularidad del gobierno, que según los últimos sondeos ronda el 30%.
“La elección de Carlos Reyles no fue casual. No es que allí los guarismos fueran muy diferentes de los del resto del país, ya que la aprobación al gobierno rondaba el 30%, es decir, 300 y pico de personas. Pero el olfato político del presidente Tabaré Vázquez, que en el espectro uruguayo no tiene parangón, le dijo que había un potencial de crecimiento muy grande. Y efectivamente, después del Consejo de Ministros el apoyo al gobierno aumentó sustancialmente y llegó a 479, es decir, casi 50%”, aseguró la fuente consultada. La desaprobación al gobierno, mientras tanto, que antes se situaba en cerca de 25% (244 personas), bajó a aproximadamente a 15% (147 personas).
Pero no todos en el oficialismo comparten el clima festivo que se desató luego de conocidos estos datos. “Hay más de un tercio de la población de Carlos Reyles que no se manifiesta ni a favor ni en contra del gobierno. Son 350 personas que no tienen una opinión formada sobre la gestión pública. Es peligroso que haya una indiferencia tan grande, porque cuando la gente deja de preocuparse por quién ocupa el poder, empiezan a acercarse los que quieren adueñarse de él por métodos inconstitucionales”, aseguró un dirigente frenteamplista local.
De todas maneras, desde Presidencia reconocieron que buscar que aumente la popularidad del gobierno recorriendo el interior es una tarea “sumamente difícil”. “Según nuestros cálculos, habría que hacer que el Consejo de Ministros sesionara en siete pueblos para compensar cada una de las declaraciones de María Julia Muñoz”.