Después de que el miércoles el Parlamento aprobó el Presupuesto nacional proyectado únicamente para 2016 y 2017, año en que la discusión presupuestal se reeditará para lo que queda del quinquenio, quedó a la vista la diferencia entre lo solicitado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y lo efectivamente otorgado, diferencia que de todas formas se achicó en el Parlamento con respecto a lo que proponía originalmente el Poder Ejecutivo. Consultado por la diaria, el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de ANEP, Wilson Netto, dijo que con el incremento de 922 millones de pesos que se votó en el Palacio Legislativo, en promedio hay una diferencia “del orden de un tercio” de lo que el ente había solicitado originalmente, aunque de todas formas debe realizarse un análisis “por partes”.

Por ejemplo, el capítulo relacionado a inversiones contempló totalmente lo solicitado por ANEP, lo que según el jerarca permite continuar el ritmo de una obra por semana hasta 2017, tanto de nuevos locales como de refacciones o ampliaciones. Mientras tanto, Netto informó que un acuerdo permitirá que, por medio del formato de Participación Público-Privada, se pueda pasar a dos obras por semana a partir de 2018, lo que lleva a que desde ANEP sean optimistas al pensar en completar los 439 edificios proyectados en los próximos cinco años.

Otra política a la que se apuesta desde la administración es el aumento y la mejora cualitativa de acompañamientos a trayectos de estudiantes, actividad que se pretende universalizar, porque hasta ahora sólo había “programas excepcionales” que no llegaban a la globalidad, según el jerarca. Sin embargo, en esta línea de trabajo, ANEP deberá tener “una gradualidad diferente” porque recibió cerca de la mitad de los recursos que solicitó para su ejecución en 2016 y 2017; de todas formas no está en riesgo. Además, 30% del pedido de ANEP era para ocupar cargos “que se seguirán gradualmente ocupando en función de la necesidad, pero que hay que jerarquizar”, a causa de que no recibió casi recursos para esa área. “Siempre que uno gestiona tiene que jerarquizar, tiene un presupuesto y con eso tiene que hacer funcionar la institución más grande del país, con 60.000 personas, 700.000 personas que entran y salen todos los días como estudiantes, con el presupuesto más grande. A veces se pierde esa referencia, [ANEP] no es un almacén”, fundamentó el jerarca, que también ilustró que en algunas oficinas del ente se cuenta con menos funcionarios que en 2005 porque emigraron a puestos de trabajo mejor pagos, pero aclaró que se los ha ido supliendo por sistemas de información.

“La mejora de la gestión está dada, hay un proceso y va a tener su punto más alto en este período, porque la manera en que estamos integrando los sistemas de información, rompiendo la barrera conceptual, pedagógica y administrativa de los consejos desconcentrados y el Codicen, nos va a dar otras oportunidades. Tendremos que ver cómo racionalizamos de forma importante, porque no estamos en condiciones de manejar esos fondos, por lo menos en este par de años de gestión”, señaló. De todas formas, Netto aclaró que en términos de políticas educativas “sigue todo tan vigente como siempre”, porque también deben considerarse los 45.000 millones de pesos con los que ya cuenta ANEP y la posibilidad de redistribuirlos a su interna.

Por ejemplo, planteó que si un grupo no logra la convocatoria y la retención de todas las personas proyectadas, “eso hace que se desequilibre el sistema, intentando buscar otros rubros para otras alternativas de atención. Estos 922 millones de pesos apuestan a centros nuevos pero también a elementos que permitan que cada uno de los centros financiados con el espacio original puedan financiarse en las mejores condiciones”.

Tanto la Ley de Presupuesto como el convenio salarial a estudio de los gremios de la educación prevé que si éstos no suscriben al acuerdo, todo el dinero que se destina a incrementos salariales se redirigirá a la capacitación de docentes, Netto consideró que hay “probabilidades muy bajas de que esto ocurra”. El jerarca admitió que si bien la propuesta salarial “se aleja de la demanda original” de los sindicatos, “es más que atendible”, porque se trata de un aumento de más de 7% en los próximos dos años. “Es el mejor acuerdo en función de las posibilidades, la escala y las dimensiones que tiene el país hoy. En esa proyección se llegaría [al final del período] a un salario real del orden de los 25.000 pesos”.