Con la presencia del entonces presidente de la República, Baltasar Brum, el 18 de julio de 1921 se inauguraba en Montevideo el barrio jardín Antonio Casabó. Según consigna el sitio web del Municipio A de la capital, por esos años, el creciente desarrollo de la industria frigorífica hacía que la Villa del Cerro se expandiera a gran ritmo, y muy cerca del Frigorífico Nacional nacía Casabó. Desde fines de la semana pasada y como ya había pasado poco antes de que terminara 2014, el barrio es noticia por varios hechos que ocurrieron primero en el liceo del barrio, el Nº 50, y después en el jardín de infantes, donde una madre agredió a una docente.

Ayer de tarde el liceo estaba casi vacío. Únicamente se encontraban en el predio varios docentes que, sentados en ronda, discutían cómo seguir adelante con el año lectivo después de levantar la ocupación del local, que mantienen desde el lunes y que podría terminar hoy. En diálogo con la diaria, la docente del centro educativo Leticia Begueríe explicó que el comienzo del año se dio “en condiciones pésimas”, lo que llevó a los docentes a reclamar por más adscriptos y personal administrativo, por la construcción de un muro perimetral al edificio, por la reducción de los grupos de tercer año y por que el agua dejara de salir marrón de las canillas, entre otros planteos.

El jueves 19 la situación empeoró cuando entraron cerca de diez jóvenes que, ante la ausencia de muro, “ni siquiera deben saltar la reja”, explicó la docente. Begueríe agregó que la parte de atrás del perímetro del liceo tiene un tejido y una reja que están rotos.

Según la docente, esta situación genera que “todo el tiempo” los profesores tengan que detener sus actividades para conversar con quienes entran. “No ha pasado nada grave pero sí muchos hechos que se continúan en el tiempo, que son distorsionantes de la dinámica de un liceo. A la vez nos pasa que de mañana no tenemos adscriptos, por lo que la tarea de ir a conversar con esos chiquilines que pasan, -que a veces son del otro turno del liceo pero otras no, son del barrio y quieren venir a probar si pueden entrar en un liceo, y otros que vienen a buscar a alguien porque se quieren pelear y, por ejemplo, vienen con un palo-, la hacemos nosotros”, explicó. Esa situación llevó a que se suspendiera el turno vespertino ese mismo día y que se agendara un encuentro con las autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública y de Inspección para el viernes, reunión que no se concretó porque las autoridades no concurrieron al centro educativo. Esto generó desconcierto entre los docentes, que resolvieron ocupar el liceo, medida que se extiende hasta hoy porque no han tenido respuestas que los dejaran satisfechos.

De paro

“Ante los conflictos surgidos en los distintos núcleos liceales; al caótico y ficticio inicio de cursos y la acefalía imperante en el CES y su falta de respuestas”, la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria (ADES) resolvió la realización de un paro durante todo el día de hoy para los liceos de Montevideo. Además, ADES realizará una asamblea durante la tarde y comunicará lo resuelto en una conferencia de prensa.

La ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, dijo ayer a Radio Montecarlo que pretende que las medidas hacia los agresores de docentes sean “más duras”, pero rechazó la medida de paro, en referencia al paro de maestros de Montevideo, Canelones y Maldonado que se concretó ayer, y sostuvo que en su lugar son más efectivas las “jornadas de sensibilización”.

Movilizados

Al igual que habían hecho con los episodios de violencia del año pasado, el fin de semana los profesores realizaron talleres en el liceo junto a estudiantes y padres, que compartieron sus preocupaciones sobre lo que pasa en el centro. El lunes los profesores suspendieron una movilización hacia el Consejo de Educación Secundaria (CES) porque llegaron noticias de las autoridades, que les propusieron reunirse hoy, en una comisión tripartita en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, para llegar a un acuerdo.

Begueríe explicó que si bien escucharon que el CES construirá el muro después de Semana de Turismo, los docentes quieren que la noticia se concrete en un ámbito formal como el de hoy. Días atrás, la presidenta del CES, Celsa Puente, aseguró a la diaria que, pese a que “es costoso y que “no va a solucionar los temas de convivencia en el centro”, el muro se va a construir porque es un reclamo de la comunidad. Begueríe señaló que si tuvieran un perímetro mejor delimitado “y no un acceso libre al liceo”, de esa forma sería más fácil que cualquier trabajador del liceo pueda dialogar con quienes entran al centro educativo.

El otro tema que los profesores plantearán en la instancia de negociación tripartita es el de la superpoblación de los terceros años del turno matutino, que cuentan con más de 40 estudiantes en lista. El cuerpo docente discrepa con la solución que propone la Inspección, que plantea redistribuir estudiantes entre la mañana y la tarde, lo que llevaría a grupos de 35 estudiantes. Los profesores consideran que es un número “disparatado” para cualquier liceo y más aun para uno ubicado en un contexto como el de Casabó. “No queremos avalar esa situación de la superpoblación, porque en los hechos es condenar al fracaso a un montón de chiquilines”, agregó. Para la docente, 35 estudiantes en una clase es “muchísimo como para poder generar aprendizajes significativos, y para poder generar un trabajo de vínculos, con proyección, y promover la crítica y la reflexión”.

En red

Según explicó la docente, la intención de los profesores es levantar la ocupación hoy mismo, para retomar las clases mañana y pasado. Begueríe advirtió que la idea no es volver a clases “como si nada”, sino que los docentes tratarán de explicar lo que pasó, buscarán la reflexión de los liceales, y a la vez “cambiar la imagen” del inicio de clases. Los profesores están aprovechando la ocupación para reunirse y pensar en actividades hacia adentro del liceo y con la comunidad, de cara al resto del año.

Además, los docentes del liceo tienen puesta la alarma “en la posible estigmatización del barrio”, y dicen trabajar hace mucho en Casabó “sin ningún miedo”. Sobre el liceo, sostienen que “siempre funcionó de puertas abiertas como cualquier institución educativa”, y aseguran que si una persona se acerca va a ser bien recibida y van a conversar con ella. “Una de las cosas que nos preocupan es que parezca un problema puntual de Casabó, porque esas cosas no sólo pasan en este barrio”, concluyó Begueríe.

En una línea similar, varios técnicos que trabajan territorialmente en la zona dijeron a la diaria que lo que pasó en el liceo y en el jardín “no es representativo” de lo que pasa cotidianamente en el barrio. Además, señalaron que Casabó posee una de las redes de organizaciones sociales con más trabajo de la capital, y se quejaron de que el Liceo Nº 50 no suele participar en esas instancias de coordinación en territorio. Los técnicos se mostraron preocupados porque los docentes reclamen para que pongan un muro, y aseguran estar convencidos de que la clave para solucionar los problemas en el centro educativo pasa por el trabajo en red.

Consultados al respecto, los docentes del liceo se mostraron abiertos a trabajar en conjunto con las organizaciones del barrio, con las que dijeron tener reuniones agendadas para los próximos días.