Ayer dos funcionarios gubernamentales de primera línea (el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y el vicecanciller, José Luis Cancela) defendieron en forma pública el ingreso de Uruguay al TISA, que se comenzó a negociar durante el gobierno de José Mujica. La semana pasada el canciller Rodolfo Nin Novoa hizo lo mismo en el Parlamento. “Tabaré Vázquez, José Mujica, Danilo Astori y las principales figuras del gobierno apoyan la entrada en el TISA. Si a ese dato le sumamos que Reinaldo Gargano está muerto, la firma es casi un hecho”, aseguró una fuente de Presidencia de la República.

El TISA se transformó en el primer gran tema de controversia entre el gobierno y el PIT-CNT, que no sólo rechaza el acuerdo, sino que además critica la forma “casi secreta” en que está siendo negociada. Ayer el ex canciller Luis Almagro salió al cruce de estas acusaciones y declaró en una entrevista radial que la central sindical “estaba al tanto” de las negociaciones, y de hecho “participó en ellas”. De todas maneras, el actual presidente de la Organización de Estados Americanos reconoció que “algunos pequeños detalles” le fueron ocultados. “Nunca tuvimos la intención de hacer cosas a espaldas del PIT-CNT. El problema es que ahí hay mucha gente cercana al Frente Amplio [FA]. Si les dábamos toda la información que teníamos, corríamos el riesgo de que se lo contaran a la gente del FA”. El funcionario recordó que uno de los principales objetivos de Danilo Astori siempre fue “evitar que en el FA se enteren de qué es lo que hace o deja de hacer”. Fuentes del ministerio de Economía y Finanzas aclararon, de todas maneras, que esta reticencia a entregarle la información a la orgánica frentista no se debe tanto al miedo a que las iniciativas “se tranquen” por la discusiones internas, sino “al profundo convencimiento que tienen los integrantes del equipo económico de que 90% de los dirigentes del FA son infradotados que no pueden hacer una suma de dos cifras”.