Las elecciones departamentales y municipales generaron varios movimientos en el mapa político de la gestión local. Con la caída de Germán Coutinho en Salto, el Partido Colorado (PC) perdió una de las dos intendencias que gobernaba, mientras que el Partido Nacional (PN) mantuvo el control de 12 intendencias, pese a que no son las mismas que gestiona actualmente. El PN perdió en Paysandú y Río Negro con el Frente Amplio (FA), pero ganó las elecciones en Artigas y Maldonado, que junto con el triunfo en dos municipios de Montevideo fueron los hechos más festejados del domingo. A pesar de los triunfos nacionalistas en Artigas y Maldonado, el FA ganó tres nuevas intendencias. Además de la victoria de Andrés Lima en Salto, se destacó la de Guillermo Caraballo en Paysandú y la de Óscar Terzaghi en Río Negro.
En diálogo con la diaria, la presidenta del FA, Mónica Xavier, explicó que el Secretariado Ejecutivo de la fuerza política hizo ayer una evaluación “muy primaria” de los resultados del domingo, y que valoró positivamente lo ocurrido en todo el país. Según dijo Xavier, “en términos generales” se cumplieron los objetivos que el FA se había planteado, aunque lamentó haber perdido en Artigas y Maldonado. Además, la presidenta del FA dijo que otra de las notas negativas de la jornada fue haber perdido en los Municipios Ch y E de Montevideo (ver “Los caídos municipales”).
Xavier dijo además que el FA debe evaluar tanto los aspectos positivos como los negativos de lo que dejó la elección, algo que seguramente se haga en un plenario nacional de la fuerza política, porque “hay que hacer una reflexión con calma”. De todas formas, destacó que el FA “es el primero que consolida el crecimiento en Montevideo y Canelones”, donde el partido alcanzó el sexto y tercer gobierno consecutivos, respectivamente. Con respecto a lo ocurrido en la capital, Xavier festejó la recuperación de diez puntos porcentuales en relación con las elecciones departamentales de 2010, que sirvió para superar el 50%. De todas formas, lamentó que esos números no hayan sido acompañados con la votación en los municipios, donde consideró que estuvo “el gran déficit”.
En agenda
La presidenta del FA, Mónica Xavier, recordó que la fuerza política tiene previsto impulsar una reforma constitucional que, si bien será más general, se propone modificar el ciclo electoral. Por ejemplo, se maneja la idea de que las elecciones departamentales y municipales se realicen a mitad de camino entre una elección nacional y la siguiente. Para Xavier, la comparación de los resultados del domingo con las de octubre dejan en claro que ambas tienen “una naturaleza diferente”. Según dijo, el primer semestre del año que viene será el momento de tomar decisiones sobre la reforma de la carta magna.
Además, el FA había postergado hasta después de las elecciones el análisis del futuro político de Xavier en la presidencia del partido. Consultada al respecto, señaló que se había dispuesto que una comisión considerara después de las elecciones departamentales si su cargo en la orgánica es incompatible con el de senadora. Al tiempo que sostuvo que se abocará a lo que la comisión resuelva, ratificó su voluntad de permanecer en ambos cargos.
En general
De todas formas, Xavier se quedó con que en total su fuerza política consiguió seis intendencias, y destacó los triunfos del FA en las tres comunas del litoral -Río Negro, Paysandú y Salto-. También analizó el triunfo de Aníbal Pereyra en Rocha, donde, según la dirigente, hubo “un proceso interesantísimo de renovación y continuidad” en la tarea que había desempeñado Artigas Barrios, ahora acompañado por la “renovación generacional” que implica Pereyra. Según dijo, ese fenómeno también ocurrió en Canelones con Marcos Carámbula y Yamandú Orsi, y en Montevideo con Mariano Arana y su apoyo a la candidatura de Daniel Martínez.
Xavier también mencionó departamentos en los que fueron candidatos quienes ya habían sido intendentes pero finalmente no fueron electos; tales fueron los casos de las candidaturas de los ex intendentes Julio Nino Pintos en Paysandú y Ramón Fonticiella en Salto. La presidenta del FA destacó también que las regiones en las que el FA se impuso son “las más densamente pobladas” del país y en las que se produce un porcentaje “importante” del Producto Interno Bruto.
Optimista
El presidente del Directorio del PN, Luis Alberto Heber, sostuvo que el domingo su partido votó “excelentemente bien”. Heber evaluó positivamente que el PN haya mantenido 12 intendencias y consideró que si a los votos de su partido se suman los del PC y los del Partido de la Concertación (PdlC) en Montevideo, “esa coalición tiene más de 50% del total de votos emitidos el domingo”. Al explicar las diferencias con los resultados de las elecciones nacionales, Heber señaló que “la gente cambia de opinión” y que se trata de instancias electorales “notoriamente distintas”. Justamente el PN revirtió resultados negativos en varios departamentos del interior, algo que el líder explica por la “oferta atractiva” que presentó su partido.
El dirigente del PN evaluó además que en los departamentos en los que su partido le ganó al FA, la diferencia de votos fue mayor que en los casos en los que hubo un escenario inverso. Además, habló de la “sorpresa” que significó la buena votación del electo intendente en Artigas, Pablo Caram: pese a que esperaban una victoria en ese departamento, tenían la idea de que la interna del PN sería más pareja. Si bien el PN también esperaba victorias en Maldonado y Rocha, este escenario se presentó sólo en el primero; Heber evaluó que en el caso de Maldonado la virtud del partido fue presentar una interna más competitiva que la del FA.
Consultado sobre el posible impacto electoral de las recientes denuncias y acusaciones a la gestión de Bertil Bentos en Paysandú, Heber les restó importancia porque considera que cuando ese tipo de dichos aparecen muy cerca de una elección, la población los desestima por estar “viciados”. Para el presidente del Directorio blanco se trató más bien de una desaprobación de la gestión de Bentos, que además fue candidato a la reelección. Acerca del rol que jugó Álvaro Garcé en Montevideo, opinó que desde un principio en el partido sabían que la tarea que le proponían era “muy difícil” y “cuesta arriba”. Señaló que para ser la primera vez que era candidato, el PN “cargó unas pesas muy grandes en su espalda” y, pese a ello, “se ha comportado muy bien”.
Otros puestos
Entre los partidos con menor caudal electoral, el mejor posicionado fue Unidad Popular (UP), que en Montevideo se colocó como “la tercera fuerza política”, detrás del FA y del PdlC, según dijo a la diaria el diputado Eduardo Rubio. Además, el legislador consideró que en los restantes 17 departamentos en los que la UP se presentó, el resultado también fue positivo y sirvió para “consolidar el proyecto político”. Según Rubio, en departamentos como Canelones y Paysandú UP “votó muy bien”; aludió al caso de Sarandí del Yi, donde el partido tuvo más adhesiones que el PC.
El presidente del Partido Independiente (PI), el senador Pablo Mieres, no evaluó tan positivamente el resultado electoral, que determinó que su partido no consiguiera representantes en las juntas departamentales. Sin embargo, consideró que esta situación “no es grave” y que “los terceros, cuartos y quintos partidos siempre tienen situaciones complicadas en este tipo de elecciones”, porque se deben enfrentar a “una fuerte polarización” entre partidos o candidatos.
Además, según Mieres, en el caso de Montevideo el surgimiento del PdlC también complicó las chances del PI, porque la nueva opción electoral constituyó una “fuerte polarización” al FA. Además, para el legislador en este tipo de instancias “la gente no elige ediles sino intendente”, sumado a que no hay segunda vuelta y cada intendente tiene una mayoría en la Junta Departamental de hecho, por lo que el discurso de limitar a las mayorías que el PI tomó en las elecciones nacionales perdió sentido. Más allá de la magra votación en Montevideo, donde obtuvo casi la mitad de votos que UP, Mieres observó que su partido creció en otros departamentos y que la instancia electoral también sirvió para “mantener la independencia” del partido y “reivindicar el voto” al PI.