Niños, jóvenes, docentes y autoridades de la educación participaron, en la rambla de Montevideo, en una suelta de globos de colores, que llevaban escrito un deseo. De esa forma quedó inaugurado el desafío que propone Uruguay y sobre el que niños de varias partes del mundo estudiarán y diseñarán una posible solución. El tema elegido por el gobierno uruguayo fue la contaminación electrónica, inspirado, entre otras cosas, en el recambio de las ceibalitas, que generó varios cientos de kilos de chatarra informática.
Esta historia tiene su origen en enero de 2014, cuando junto con Australia, Canadá, Estados Unidos, Finlandia, Holanda y Nueva Zelanda, y principalmente a causa de la implementación del Plan Ceibal, Uruguay fue invitado a participar en la Red Global de Aprendizajes. Se define como “una comunidad internacional para la innovación educativa”, que impulsa “nuevas pedagogías para el aprendizaje profundo”. El referente de la red es el académico canadiense Michael Fullan, quien en setiembre del año pasado se reunió con Tabaré Vázquez, entonces candidato a la presidencia, y expuso en Uruguay sobre varios de los cometidos de la red.
Según explicó a la diaria el coordinador de campo de la Red Global de Aprendizajes en el país, Ramón Silvera, la comunidad está presente en 4% de los centros de educación pública uruguaya. En números concretos, está en 75 escuelas, 16 liceos y 11 escuelas técnicas. En Uruguay, formalmente, la Red Global de Aprendizajes es producto de una asociación entre el Plan Ceibal y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Según explicó Silvera, hasta ahora trabajaba en espacios articuladores, principalmente con docentes, inspectores y las direcciones de los centros educativos en los que está presente. El desafío que se lanzó ayer representa la primera actividad que realizará con estudiantes, una de las necesidades que visualizaban los integrantes del proyecto.
Por partes
Al desafío planteado por Uruguay, y por el que los jóvenes pensarán y buscarán ejecutar ideas para combatir la contaminación electrónica, se sumarán otros tres que serán presentados con un mes de distancia. El 31 de agosto, Estados Unidos promoverá un desafío sobre alimentación sustentable; el 5 de octubre, Australia impulsará la búsqueda de energías renovables; y el 5 de noviembre, Holanda hará lo mismo con el tema del sonido y la comunicación, por el que se buscarán formas de comunicación sonora alternativas al lenguaje. Cada convocatoria estará abierta hasta que lo haga la siguiente, y más allá de que en Uruguay las distintas instancias son convocadas desde la red, puede participar cualquier grupo de niños o jóvenes, independientemente del centro educativo al que concurran y de si son supervisados por docentes.
Además, las modalidades por las que se construyen las propuestas también pueden ser varias, y aunque los centros estén insertos en la red, la presentación a los desafíos no es obligatoria, explicó Silvera. El coordinador indicó que los desafíos son un ciclo de investigación colaborativa que cuenta con varias etapas. Primero, los niños y adolescentes se abocan a indagar determinado problema; luego, diseñan soluciones y arman un prototipo de implementación; por último, el ciclo se cierra con una reflexión colectiva. Tanto la presentación de las ideas como la reflexión se realizan mediante el portal desafioprofundo.org, que también cuenta con su versión en inglés (deepchalenge.org).
De esta forma, la red cumple con su objetivo de que los niños y adolescentes sean los agentes de cambio y que trabajen con el conocimiento aplicado a problemáticas reales y no solamente en abstracto. Además, desde ese espacio se plantea que las seis habilidades claves para el futuro son el pensamiento crítico, la colaboración, el carácter, la ciudadanía global, la comunicación y la creatividad e imaginación.
Silvera explicó que una vez que los estudiantes suben sus proyectos, no hay premios ni rankings, por lo que el sistema no se rige por la lógica de la competencia. Por el contrario, las ideas son votadas por los mismos jóvenes y se creará una especie de red social con las que sean más populares.
En perspectiva
El lanzamiento del desafío fue filmado para los demás países que participan en la red. Por ese motivo se eligió la rambla de Montevideo para realizarlo, ya que de esta forma se muestra “lo bonita que es la ciudad” también en invierno, dijo el presidente del Plan Ceibal, Miguel Brechner. El jerarca comparó lo que harán los niños y docentes de ANEP con lo que se hace en las universidades, porque se trata de “construir y aprender haciendo” y de “plantear problemas y ver cómo se solucionan”. El presidente del Consejo Directivo Central de la ANEP, Wilson Netto, destacó la posibilidad de que los estudiantes y docentes puedan comunicarse con sus pares en otras partes del mundo. Además, señaló que la metodología que utiliza el proyecto es “innovadora a nivel mundial” e incorpora el trabajo en redes y por medio de proyectos, tal como también pretende ANEP. Netto sostuvo que el proyecto supone la ganancia de libertad para interactuar con el conocimiento y “rompe” con la estructura de que éste sólo puede ser sociabilizado de una forma. Para el jerarca, de esa forma se logra mejorar la calidad de los aprendizajes.