Desde el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) el gobierno apunta a la articulación entre la educación formal y la no formal. Según explicó a la diaria el director nacional de Educación, Juan Pedro Mir, se trata de “diversificar rutas de acceso”, y para ello se activan mecanismos como la acreditación de saberes y el reconocimiento de distintos formatos educativos. Ayer, jerarcas del MEC y del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) estuvieron en la presentación de los nuevos integrantes del Consejo de Capacitación Profesional (Cocap), una de las instituciones que desde el Estado coordinarán en el quinquenio actividades de capacitación dirigidas al mundo del trabajo. Las otras dos son el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) y la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU).
Creado por decreto en 1979, el Cocap es una persona jurídica de derecho público no estatal que tiene como objetivo principal la ejecución de políticas de formación y capacitación en diversos sectores productivos. Si bien su campo de acción ha sido principalmente el área industrial, también ha incursionado en otras áreas, como la agrícola y la de servicios. En la web de la institución figuran 35 ofertas de cursos, que van desde la refrigeración comercial o la electrónica aplicada al aire acondicionado hasta la informática, la soldadura o la lectura de planos. La institución tiene entre su público objetivo a población tanto joven como adulta que esté trabajando en organismos públicos o empresas privadas.
Ayer en la presentación, el consejero saliente del Cocap, César González, señaló que, después de tiempos complicados, el organismo está “a punto de despegar”, gracias al trabajo en equipo a la interna. En representación del nuevo directorio, Eduardo Porro, representante de UTU en el organismo, indicó que el Cocap es un espacio complementario a la UTU con la potencialidad para ser un ente innovador que posibilite que los trabajadores se formen complementariamente a las posibilidades que brinda el sistema educativo formal. Según consideró, se trata de dar herramientas fundamentales para el desarrollo de las labores de los trabajadores y también de “tender puentes” para acercarlos al sistema educativo. En el quinquenio pasado, el Cocap estuvo destinado a saldar deudas que había heredado de gobiernos anteriores, situación que pudo ser superada, según explicaron jerarcas y ex jerarcas del organismo.
Etapa superada
Miguel Venturiello, consejero de UTU, señaló que antes, los organismos que impartían cursos de capacitación se visualizaban entre sí “como enemigos”, pero advirtió que esa etapa ya está superada. El jerarca dijo también que “todo lo que no toman UTU e Inefop recae exclusivamente en el Cocap”, que, según consideró, debe centrarse en sus orígenes de educación industrial. Además, Venturiello señaló que todas las instituciones de formación profesional tienen la obligación de pensar hacia el quinquenio en términos de contribuir a la generación de una nueva matriz productiva del país, porque la actual “deja muy poco valor”.
El titular del MTSS, Ernesto Murro, señaló que el gobierno está implementando una nueva estrategia, que busca inculcar en la gente “una cultura del trabajo para el desarrollo”. Según explicó, se trata de continuar mejorando los derechos de los trabajadores, pero también de mejorar la calidad del trabajo. Para Murro, en esta estrategia el Cocap “tiene mucho que hacer en materia de formación profesional junto a otros actores”, porque la culminación de los estudios es parte de ese proceso de generar una nueva cultura del trabajo.
El ministro dijo también que se están concretando cambios en el Inefop, como la priorización de los cursos de formación dirigidos a trabajadores en actividad. Según el jerarca, en conjunto con el Cocap, el Inefop debería llevar a la práctica un sistema de capacitación en oficios. Además, Murro señaló que “nunca hubo tanta gente trabajando en el país”, y que recientemente Uruguay fue colocado entre los países con más horas trabajadas por persona.
Para la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, no es bueno que ninguna persona se vea impedida de terminar un ciclo educativo o que “no esté a la altura cuando cambian las máquinas de su fábrica”. Entre las instituciones que deben llevar adelante el sistema de capacitación, la ministra también nombró a la Universidad Tecnológica; afirmó que desde el MEC se aspira a que ésta se convierta en una universidad del siglo XXI.