Después de que Mauricio Ubal y Rubén Olivera cantaron “A redoblar” junto con quienes se acercaron a la Cooperativa Magisterial para recordar al maestro y periodista Julio Castro, estudiantes de formación docente leyeron varios fragmentos breves de la obra de Castro que “siguen vigentes”, según sostuvo Julio Arredondo, de la organización Educadores por la Paz. Arredondo dijo que desde la organización están especialmente preocupados por las agresiones a varios docentes que se registraron en los últimos meses. Varios de los fragmentos leídos por los estudiantes trataban especialmente ese tema, por ejemplo, el que refería a la violencia patriarcal en la sociedad y su impacto dentro de las aulas. Arredondo se preguntó cuántas de las personas que “le levantan la mano a la escuela” viven situaciones de violencia en sus hogares.

Otros de los fragmentos referían a que la escuela no supo adaptarse a las necesidades del medio y a que dentro del aula “no se puede vivir bajo la dictadura del maestro”. También se leyeron textos que hablaban de la imposibilidad de que la educación solucione todos los problemas sociales y de la necesidad de abordar también “pedagógicamente” los problemas de convivencia. A partir del pensamiento de Castro, Arredondo consideró que las instituciones educativas se han vuelto proveedoras y vulnerables al mismo tiempo, y muchas veces han reaccionado “cerrando sus puertas y obturando la comunicación”. Además, los estudiantes leyeron un texto que reclamaba que educación y enseñanza son parte del mismo proceso, y que enseñar determinados contenidos a los niños también supone contribuir a su formación como personas.

Las mismas luchas

En el final, el maestro y pedagogo Miguel Soler Roca, amigo de Castro por más de 40 años, invitó a los estudiantes de Formación Docente a ubicarse cerca de él para comenzar un diálogo. Los estudiantes compartieron experiencias de lo que implica formarse como docentes actualmente y le preguntaron por la lucha presupuestal que mantienen varios sindicatos de la educación. Por ejemplo, una estudiante de Magisterio lamentó que sean pocos los momentos para expresarse en su formación, y sostuvo que lo mismo pasa con los niños en las escuelas. Otra se quejaba de que la directora de la escuela en la que trabaja le hizo “mentirles a los padres” de sus alumnos.

En un tono fuerte y lúcido, Soler Roca reclamó que en todo proceso de formación debe estar presente la participación de los educandos, no sólo en su derecho a hablar, sino también a ser considerados seriamente. Por eso, dijo, durante toda su vida reivindicó el cogobierno, y aseguró que “si se nos forma para la obediencia vamos a creer que el niño está a nuestro cargo para aprender a ser obediente”. Con respecto a las cuestiones presupuestales, opinó que cuanto más recursos tenga la educación, mejor va a poder cumplir con sus metas, y reclamó que el país tenga un plan nacional de educación “a mediano y largo plazo”. Además, dijo que la asignación de 6% del Producto Interno Bruto (PIB) para el sector es “legítima” pero también “insuficiente”. “Pongan a estudiar a quienes están por fuera del sistema educativo, o súbanles un poco el salario a los docentes, y el 6% ya se terminó”. En ese sentido, dijo que una vez que se consiga, habrá que pelear “por el 7%, 8% o 9%, o por el porcentaje que sea”, pero advirtió que cualquier incremento sólo se conseguirá “en la calle”.

Soler dijo también que los educadores tienen que dar colectivamente sus batallas, y puso como ejemplo el caso de un maestro rural. Según dijo, si ese maestro trabaja en una escuela rodeada por cuatro latifundios, no puede hablar en contra de los latifundios en la clase porque lo echarían o “le darían una paliza”. “Tiene que militar en el sindicato o donde sea para cambiar esa realidad, pero no puede hacerlo solo”, concluyó.

Consultado sobre por qué cree que Julio Castro fue asesinado, Soler consideró que Castro “estorbaba” a la dictadura uruguaya porque, junto con la Embajada de México en Uruguay, estaba colaborando para que “quienes más lo necesitaban” pudieran exiliarse en ese país.

Presente

La profesora de Historia Lizzie Keim analizó en clave de actualidad el manuscrito de Castro -de 1964- que se dio a conocer el año pasado y que habla de la enseñanza de Historia en Uruguay. Keim sostuvo que las ideas aún están vigentes. En el texto, Castro planteaba que los profesores de esa materia utilizan el conocimiento específico “para contribuir a la formación de la personalidad de sus alumnos”, y que la forma en que arman sus clases está directamente ligada a su concepción de la disciplina. Además, el documento, que en realidad es una carta de Castro a su hija Eve, plantea que el profesor debe preguntarse por qué enseña Historia y qué efectos busca generar en sus estudiantes.