Un día después de que el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, dijera que el pedido presupuestal de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) es “absolutamente incompatible con la realidad fiscal y financiera del país”, el organismo presentó en sociedad su solicitud. En un desayuno preparado y servido por estudiantes de la Escuela Superior de Hotelería, Gastronomía y Turismo de la UTU, el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la ANEP, Wilson Netto, dijo que “no hay incompatibilidades” ni contradicciones, y explicó que el organismo estaba preparando su solicitud desde hace meses, sin saber cuál sería el espacio fiscal que tendría el país.

Según Netto, el organismo que preside se basó en la “tendencia a destinarle a la educación 6% del Producto Interno Bruto [PIB]”, y en ese sentido “hizo el presupuesto que corresponde”. Sin embargo, señaló que el gobierno tuvo que implementar estrategias necesarias para sostener “otros niveles tan importantes como la educación” y que por eso planteó la asignación en “dos ritmos”, uno para 2016 y 2017, y otro con más aceleración para lo que resta del quinquenio. El jerarca dijo que ahora, según transcurra la discusión presupuestal en el Parlamento, “se establecerán los equilibrios necesarios entre ese ritmo y el desarrollo de su cadencia en estos primeros dos años”. Netto consideró que puede ocurrir que, “como tantas otras veces”, la educación tenga “que ajustar su situación presupuestal a la que globalmente vive el país”.

Consultado por la prensa, Netto especificó que los recursos solicitados para el aumento general de salarios fueron acompañados totalmente por el Poder Ejecutivo, pero se otorgaron menos recursos para políticas que se proponía la ANEP contra inequidades salariales y para remuneraciones variables (principalmente presentismo), políticas que “tal vez la administración deberá hacer a un ritmo más lento que el que tenía previsto”. En total, para el rubro salarios el organismo había solicitado cerca de 4.400 millones de pesos a 2017, y el Poder Ejecutivo otorgó únicamente 2.500 millones. Por ejemplo, no se le otorgaron recursos para la línea de política salarial activa que principalmente busca asentar la dedicación total en la ANEP.

Para Netto, la asignación propuesta no impide que se hagan cosas ni implica la interrupción de políticas, sino que la ANEP “las tendrá que hacer a otro ritmo”. Además, señaló que las políticas que tendrán que ir más lento de lo previsto serán definidas por el Codicen en conjunto con los consejos desconcentrados una vez que termine el tratamiento parlamentario del presupuesto.

En concreto

Los principales desafíos que se plantea el ente en el quinquenio son la “potenciación” de la educación inicial para niños de cuatro y cinco años y la universalización para los niños de tres años, y mejorar las condiciones de egreso en primaria, partiendo de la base de que 29% de los niños se van de la escuela al menos con un año de extraedad. La ANEP también se plantea universalizar el egreso en la educación media básica y duplicar los egresos de la educación media superior, que actualmente se ubican en los 18.000, incluyendo a la educación privada. Los ejes orientadores del período serán la centralidad puesta en el estudiante, los itinerarios escolares y trayectorias educativas, la territorialidad, la inclusión, la educación de calidad y la participación.

A diferencia de otras administraciones, esta vez los programas de la ANEP estarán estructurados a partir de los distintos niveles de educación, y las unidades ejecutoras serán sus distintos consejos. Según explicó la integrante del Codicen Margarita Luaces se buscará contemplar específicamente los pasajes entre ciclos y buscar la continuidad dentro del sistema. Al respecto, una de las novedades es que ANEP implementará en los próximos meses un sistema informático mediante el cual se accederá a la trayectoria completa de cada uno de los actores del sistema. Luaces dijo también que para lograr una educación de calidad hay que ir más allá de buenos programas educativos, y que la formación debe desarrollar la capacidad de los jóvenes para ser buenos ciudadanos y, por ejemplo, incluir nociones sobre la igualdad de género y la posibilidad de desarrollar competencias socioemocionales.

Netto planteó que a diferencia de lo que ha ocurrido históricamente en el sistema educativo uruguayo, en la ANEP no habrá visiones “fragmentadas” sobre las competencias de cada uno de los consejos, sino que se buscará “una visión de todo el proceso”. Si bien habló de algunas mejoras en los últimos años, el jerarca señaló que desde hace 20 o 25 años el país está “estancado”, y que para salir de ese lugar es necesario “cuestionar las estrategias” que se han utilizado. Netto dijo que se terminará con la lógica de que sobreviven al sistema quienes pueden y quieren, y agregó que “la ANEP está decidida a asumir el cambio”, a partir de lo que considere cada uno de los consejos. En materia edilicia, definió como “una revolución” para el sistema lo ocurrido en la última década, cuando en promedio se logró construir un edificio por semana.

El jerarca advirtió que lo central de la discusión educativa es si el conocimiento tiene sentido para la sociedad y los jóvenes, y además dijo que el país debe generar las condiciones para tener educadores suficientes que permitan efectivizar la extensión del tiempo educativo. Sobre el vínculo con los docentes, señaló que el cambio será con ellos y no en su contra.