El Servicio de Orientación, Consulta y Articulación Territorial (Socat) es brindado por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y conforma una de las redes nacionales más visibles desde el punto de vista del trabajo de técnicos. Según las cifras de la cartera, está presente en 71 territorios, aunque tiene llegada a 204 puntos territoriales en todo el país. En 2015, con el cambio de autoridades en el Mides, se realizó una evaluación del servicio, según dijo a la diaria el director nacional de Gestión Territorial, Mauricio Guarinoni. El jerarca resumió que, hasta el momento, los centros Socat tienen “una pata muy fuerte en atención [de personas], otra en articulación territorial y una tercera en la identificación de situaciones de vulneración social en los microterritorios” en los que trabajan.

Las autoridades del Mides se plantearon cambios para “potenciar la herramienta”, lo que implicará que los 71 Socat que trabajan en territorio lo harán hasta julio, cuando comenzará a regir la reestructura. En los meses previos se realizarán nuevos llamados a organizaciones de la sociedad civil (OSC), que firman los convenios con el Mides y ejecutan los proyectos en los territorios.

En concreto, Guarinoni explicó que desde julio habrá 72 Socat y se “ampliarán” los territorios. Eso implica que, además de atender las zonas de mayor vulnerabilidad social, existirá la posibilidad de que también se trabaje “en otras zonas de la ciudad” e incluso que se llegue a zonas rurales. Además, está previsto que se profundice el rol de articulador territorial de los Socat, que desde el Mides evalúan como el fuerte del servicio, al que consideran el “dispositivo territorial del Estado que mejor hace esa tarea”. Una forma de articulación territorial son las 77 mesas de coordinación zonal que los Socat tienen en todo el país, donde participan vecinos, instituciones y organizaciones sociales de cada zona. Otra herramienta son los 150 nodos de temas como familia, educación y juventud, que son espacios en los que los técnicos discuten sobre esas temáticas en clave microterritorial.

Guarinoni aclaró que “dedicar más horas” a la función de articulación territorial “no va en desmedro” de los servicios de orientación y consulta que se brindan a la población en instancias presenciales estipuladas en distintos puntos de cada territorio. Explicó que la profundización implica dedicar más recursos a “discutir con los vecinos cuáles son las problemáticas del barrio”, principalmente en las mesas de coordinación zonal. Además, desde el Mides mantuvieron conversaciones con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y lograron que los Socat puedan presentarse a fondos concursables, por medio de los cuales podrán acceder a recursos -que serían, además, más importantes que los 70.000 pesos con los que cada Socat contaba hasta ahora- para generar propuestas que mejoren la convivencia, el acceso a la cultura y la infraestructura de cada lugar.

Con otros

Desde el Consejo Nacional de Políticas Sociales, en el que participa el Mides, también se impulsa una estrategia de “territorios integrados” con tres componentes. Uno de ellos son los territorios socioeducativos impulsados por la Administración Nacional de Educación Pública, en los que participan otras instituciones públicas y en los que “se irá a buscar a los gurises” para que no se desvinculen del sistema educativo, tarea que estará a cargo del programa Jóvenes en Red. De todas formas, se espera que los Socat detecten los casos de jóvenes a los que hay que ir a buscar, porque son servicios que “reciben las demandas de la gente en las discusiones barriales”; una de ellas es “mantener a los gurises dentro del sistema”, señaló el jerarca.

El segundo componente que planteó Guarinoni es un plan de convivencia y fortalecimiento comunitario que “busca poner a los vecinos e instituciones en territorio a conversar” sobre cómo apropiarse de nuevo del barrio para que siga siendo un lugar de disfrute para los vecinos, por ejemplo por medio de instituciones deportivas u oferta cultural, para lo que se trabaja en conjunto con la Secretaría Nacional de Deporte. Según planteó el jerarca, también se trabajará en la mediación y en cómo revertir conflictos, algo que se hará junto con el Ministerio del Interior.

El tercer componente de la estrategia se llama “territorios para crecer”, que ya se implementó con una experiencia piloto en Canelones y se pregunta “cómo volver territorios amigables para niños de cero a tres años y mujeres embarazadas”, señaló Guarinoni. Agregó que para ello se pueden conseguir recursos del programa Uruguay Crece Contigo y de convenios con intendencias.

Para Guarinoni, los Socat tienen “muchísimo para aportar” al respecto, porque las propuestas de instalación de infraestructura surgirán en el marco de discusiones territoriales, también en coordinación con los municipios. La idea de las autoridades es que en 2016 se comience por 25 de estos “territorios integrados” -que se ubicarán en la Zona Metropolitana, Maldonado y Artigas- y que durante el quinquenio se llegue a 100 en todo el país.

Además de la posibilidad de que los Socat amplíen sus propios territorios, ya que éstos se fijaron a partir del índice de vulneración social de 2006, está previsto que haya cambios en la supervisión de sus acciones. Hasta el momento, el monitoreo de los Socat se realizaba en oficinas territoriales del Mides; ahora se agregará un organismo central para “mejorar la gestión de cada uno de los proyectos”. Según Guarinoni, se evaluó que con el actual modelo “se ponían un montón responsabilidades” en la supervisión territorial y “a veces la OSC que los gestionaban tenían dificultades operativas”. Con el cambio se busca que haya un apoyo central “para ver también la globalidad”. En síntesis, el jerarca estimó que con los cambios “no se deja nada por el camino, sino que se busca profundizar en articulación y despliegue territorial”.