Dos años después de asumir su primera presidencia, Tabaré Vázquez compartió un asado con Luiz Inácio Lula da Silva e invitó a pescar a George Bush en la estancia presidencial de Anchorena. Jamás hizo lo propio con un presidente argentino. Con Cristina Fernández, que asumió la presidencia en diciembre de 2007, el vínculo siempre fue distante. El 29 de marzo de 2006 estuvo a punto de concretarse un encuentro en la residencia de descanso de Colonia entre Vázquez y el entonces presidente argentino Néstor Kirchner. Iba a ser el cierre simbólico del conflicto por la pastera de UPM (ex Botnia), pero la diplomacia no dio sus frutos y la reunión nunca se produjo. En los días previos Vázquez había anunciado un acuerdo para monitorear en conjunto las plantas de celulosa de UPM y ENCE (esta última nunca llegó a instalarse en Uruguay) y se había mostrado optimista respecto del fin del conflicto. Sin embargo, la noche anterior al esperado encuentro, en un escueto comunicado la secretaría de Comunicación de la Presidencia uruguaya informó que la reunión se postergaba “hasta nuevo aviso” debido a que “las partes” necesitaban “más tiempo para ajustar detalles del documento conjunto”.

El monitoreo binacional llegó con el transcurso del tiempo -empezó a instrumentarse en octubre de 2010, tras un acuerdo entre Cristina Fernández y el entonces presidente José Mujica-, pero los resultados nunca vieron la luz, por diferencias en la interpretación de los datos. Esta divergencia de visiones se hizo pública en 2014, tras la decisión de Uruguay de autorizar el incremento de producción de la pastera, lo que motivó que ambos gobiernos explicitaran su interpretación de los resultados: para Uruguay, que la pastera de UPM estaba dentro de los parámetros de la normativa ambiental; para Argentina, que la contaminación excedía lo acordado.

Este jueves, diez años después del inicio del conflicto por UPM, Vázquez recibirá por primera vez a un presidente argentino en Anchorena. Aunque lo hará con un mandatario con el que no tiene sintonía ideológica, mantiene gran expectativa. Macri fue invitado por Vázquez a compartir un asado, y el monitoreo conjunto de UPM será uno de los temas del encuentro, pero no el único ni el principal.

El canciller Rodolfo Nin Novoa se reunió con su par argentina, Susana Malcorra, en ocasión de la cumbre de presidentes del Mercosur, en Asunción, a fines de diciembre de 2015. En la cancillería uruguaya se percibe que hay “buena disposición” del gobierno de Mauricio Macri para “destrabar los temas pendientes”. “En los contactos informales nos han pasado mensajes alentadores de que hay ánimo de tener una relación mucho más cooperativa y resolver los problemas”, explicó a la diaria una fuente del ministerio.

La principal expectativa del gobierno uruguayo es que su par argentino levante la prohibición dispuesta durante la anterior administración para el transbordo de los barcos argentinos en los puertos de Montevideo y Nueva Palmira. En ese sentido, las autoridades están atentas a las posibles señales al respecto que se den hoy, durante la asunción de las autoridades de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina.

Por otra parte, si bien el mantenimiento del canal Martín García se está realizando correctamente a juicio del gobierno, las autoridades uruguayas insistirán con la necesidad de profundizarlo. Además, se consultará a la administración de Macri si tiene intención de avanzar en la profundización de otros canales en Argentina, para prever eventuales medidas que puedan afectar a los puertos de Nueva Palmira y Montevideo, explicaron desde la cancillería. En cuanto al comercio bilateral, la medida que más perjudicaba a Uruguay, el establecimiento de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación, fue eliminada por Macri tres días después de asumir la presidencia.

El encuentro del jueves será de agenda bilateral, pero en la cancillería estiman que “seguramente” formarán parte de la conversación las negociaciones para la suscripción de un Tratado de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea.