El ex director de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) fue entrevistado por la diaria el 31 de diciembre y ratificó su opinión sobre que “no están dadas las condiciones políticas” para reformar de manera profunda la educación. En esa ocasión también aseguró que “el problema de fondo es que la visión que tiene la mayoría del Consejo Directivo Central [Codicen] de la ANEP es la del inmovilismo”, y que fue ésa la postura “que triunfó”. En ese sentido, aseguró que ese triunfo se debió a una “clara operación” del Movimiento de Participación Popular (MPP) y de Wilson Netto, presidente del Codicen. Ayer, el programa radial En perspectiva entrevistó a la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, quien aprovechó para contestarle a Mir.

Dijo que era “un absurdo” pensar que el MEC está gestionado por el MPP: “La única persona que es del MPP, pero no responde totalmente al MPP, sino al programa del Frente Amplio [FA], como debe ser, es el presidente del Codicen”. Agregó que “una persona sola no hace nada” y que “la educación es de todos, no es de ningún sector del FA [Frente Amplio] y tampoco es del FA”. Respecto de la desvinculación de Mir y del ex subsecretario Fernando Filgueira del MEC, Muñoz aseguró: “Con dos personas que se alejan de la educación no se aleja nadie que sea clave. Hay 60.000 personas trabajando para la educación y hay que conquistar esas 60.000 cabezas”. A su vez, agregó: “En realidad lo dijo bien Mir: si no hay hegemonía no se puede hacer ningún cambio. 'Hegemonía' quiere decir tener una cantidad de actores que estén de acuerdo en que es posible cambiar, y si él no estaba de acuerdo en que era posible cambiar tenía que estar afuera. Al principio me planteé si no había sido muy dura, pero después de oírlo creo que estuve muy bien, porque si la gente no está convencida de lo que hace, no está convencida de que hay un buen equipo en la educación para llevar adelante los cambios, no puede ser polea de transmisión, como él dice, de nada. Así que está bien que esté afuera”. Muñoz dijo que el caso de Filgueira es diferente del de Mir: “Nos acompañó después en toda la transición. Es una persona que no viene de las filas de la educación, pero sí es un analista muy prestigioso del tema y lo va a seguir siendo siempre. Entendió que su lugar no era el campo político activo”.