María Julia Muñoz: El cambio del ADN en la educación no es una consigna más, es una realidad. En lo que va de este gobierno, las escuelas de tiempo completo se han incrementado 13% y las reformas edilicias en los liceos han crecido 12%. En el liceo número 13 se arregló el vidrio del salón número 3, se arreglaron dos baldosas del baño de damas, se revocó la esquina del techo que tenía humedad del salón 2 y posteriormente se pintó. Pasando al segundo piso...
Jorge Larrañaga: Señor presidente, le quiero pedir a la ministra una interrupción para hacer uso de la palabra. ¿Señor presidente? ¿Está despierto?
Señor presidente: Perdón, perdón, es que después de ocho horas de intervenciones me viene sueño. Proceda, proceda, pero no haga mucho ruido, que es tarde.
Jorge Larrañaga: Quería preguntarle a los señores senadores si alguien sabe cómo se instala el Candy Crush. * Sergio Abreu:* ¿Para Android?
Jorge Larrañaga: No, para iPhone. O cualquier otro juego que me mantenga despierto. * María Julia Muñoz:* Señor presidente, no acepto que se me interrumpa de esta manera. Además, lo hacen porque soy mujer. Porque acá hubieron miles de interpelaciones a hombres y nunca los interrumpieron.
Graciela Bianchi: Se dice “hubo”, no “hubieron”, señora ministra. Qué escándalo; lo voy a tuitear deletreado para dejarla en evidencia. “La ministra no sabe hablar. No se dice “hubieron”. Se dice u, ve corta, o”.
María Julia Muñoz: Callate, conventillera. ¿No ves que sos ordinaria como empanada de mondongo?
Graciela Bianchi: Callate vos, burra, sos ordinaria como diente de madera. Ya mismo lo voy a tuitear, y bien deletreadito. “La ministra Muñoz es una hache, o, doble erre, de, i, eñe, a, ere, i, a”.