Álvaro Dastugue es el primer pastor de una iglesia neopentecostal en ocupar una banca en el Parlamento. Fiel a las promesas de prosperidad y éxito que hizo a sus seguidores, desde que asumió, el año pasado, como diputado del Partido Nacional por Montevideo, Dastugue ha presentado 17 proyectos de ley; cinco de ellos buscan lograr el “verdadero desarrollo” de la familia. La Comisión de Educación y Cultura recibió ayer los últimos dos dedicados al tema: uno para declarar el 15 de mayo Día Nacional de Apoyo a la Familia, y el otro para fundar el Instituto Nacional de la Familia.
El primer proyecto estipula que instituciones públicas y privadas realicen “actividades que contribuyan a exaltar el significado de la protección de la familia”. En el segundo, aunque Dastugue no “conceptualiza” -como aclaró en Twitter- sobre el “concepto de familia”, se plantea “fomentar la igualdad entre hombres y mujeres en el contexto familiar”, “promover las relaciones conyugales, la maternidad y paternidad saludables”, así como “la convivencia digna del grupo familiar, cualquiera sea la modalidad o nivel educativo de sus miembros”. La nueva institución se encargaría de “diseñar, implementar y ejecutar programas orientados a lograr la convivencia saludable, digna y plena de las familias, para potenciar el desarrollo personal a través de relaciones conyugales, maternidad y paternidad saludables, dentro del marco de la Ley General de Educación, Nº 18.437, de 12 de diciembre de 2008”. Además, el pastor diputado pretende que el instituto sea dirigido por representantes de “toda la sociedad civil”, que pertenezca al Poder Legislativo -inédito- pero que, al mismo tiempo, tenga “autonomía” y no esté “sujeto a jerarquía” alguna.
El proyecto prevé la creación de Escuelas Familiares, de Centros de Resolución de Conflictos Intrafamiliares, del Observatorio Nacional sobre la Familia, y de una Red Interinstitucional que adoptará “medidas de urgencia” para “proteger a las familias” ante diversos tipos de “crisis”.
Las Escuelas Familiares, “totalmente inclusivas”, servirían para “proporcionar las herramientas necesarias a las familias para que alcancen un desarrollo sostenible a través de una educación integral para la recuperación de valores”, para “orientar” ante “situaciones de crisis, con énfasis en la prevención” y, también, “hacer frente a los trastornos emocionales, embarazos no deseados, deserción estudiantil”. A su vez, las escuelas fomentarán “el emprendedurismo familiar y la innovación”, con miras en la “integración a las nuevas tecnologías como aliados en la potenciación de sus habilidades”, y dispone “eliminar bloqueos o limitaciones que impiden el desarrollo familiar sostenible para la toma de decisiones”.
Respecto a los Centros de Resolución de Conflictos Intrafamiliares, Dastugue señala que “operarán como mediadores” para “favorecer la comunicación en forma natural procurando potenciar el diálogo [y] el entendimiento en el ámbito intrafamiliar”. Quiere extenderlos a todo el país, mediante convenios con la Suprema Corte de Justicia y “otras instituciones”.
En cuanto a la Red Interinstitucional, funcionará “cuando a través de elementos objetivos se configuren los requisitos de admisibilidad para la adopción de las medidas de urgencia”, con el objetivo de “proteger a las familias ante fenómenos adversos como resultado de relaciones laborales que impliquen la pérdida de las fuentes de trabajo u otras situaciones análogas, que no estén comprendidas por la Ley Nº 18.621 que crea e instrumenta el Sistema Nacional de Emergencias”.