Una delegación de la Federación de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) concurrió ayer a la Comisión de Educación de la Cámara de Representantes para exponer sobre la situación cotidiana en los liceos y sobre el vínculo con las autoridades del Consejo de Educación Secundaria (CES). El sindicato se manifestó molesto con las autoridades por haber anunciado un normal inicio de clases. Fenapes se quejó de varias situaciones -entre ellas, las nuevas modalidades pedagógicas que el CES comenzó a implementar este año-, pero el momento de mayor rispidez entre ambas partes se debió a diferencias en la cantidad de horas docentes sin asignar, que para el gremio eran más que las que manejaron públicamente las autoridades de Secundaria.

Emiliano Mandacen, dirigente de Fenapes, dijo a la diaria que ayer en la comisión encontraron “buena receptividad” ante los planteos del sindicato. La comisión resolvió convocar ahora a las autoridades del CES para que expongan su punto de vista. Según explicó a la diaria el integrante de la comisión y diputado del Frente Amplio (FA) Sebastián Sabini (MPP), los representantes de Fenapes plantearon que este año pensaban dar dos discusiones, una referida al cambio de currícula en el ciclo básico y la otra sobre lograr una mayor permanencia de los docentes en los liceos, pero señalaron que a raíz de las últimas actitudes de las autoridades, eso quedó trunco. Sabini estuvo de acuerdo en la necesidad de discutir ambos temas y fue más allá. Planteó que también es necesario discutir “un plan nacional de educación a 30 años”, pero señaló que para discutir tiene que haber buen clima de relacionamiento.

En relación a la supuesta filtración de un audio, Sabini reconoció la necesidad de que se investigue el episodio -por la importancia de poder trabajar en un clima de “reserva y confianza”- y, al mismo tiempo, se mostró convencido de que ninguno de los tres consejeros del CES grabó la reunión. Su compañero de bancada José Carlos Mahía (Frente Liber Seregni) dijo a la diaria que no está de acuerdo con que se instale “una confrontación artificiosa por problemas de comunicación”, ya que “le adjudican a la directora general dichos que no estaban en la intención de Celsa Puente”.

Según Mahía, para retomar la confianza entre ambas partes “hay que empezar por la verdad”. El diputado consideró que “lo más importante es trabajar sin buscar ganar pulseadas, pensando en el funcionamiento de la educación”. Tanto Mahía como Sabini coincidieron en que es necesario “bajar un poco la pelota”. En filas de la oposición, el nacionalista Mario García (Alianza Nacional) se mostró preocupado por las diferencias entre el gremio y las autoridades designadas por el Poder Ejecutivo, pero declinó hacer valoraciones políticas, porque eso “aportaría poco” a encontrar una salida.

Otro nivel

La comisión también recibió a los tres integrantes del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) y al presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública (Codicen), Wilson Netto, que fueron consultados sobre las políticas de repetición del organismo y sobre los materiales para mejorar aprendizajes elaborados por el Programa de Lectura y Escritura en Español y repartidos a primeros, segundos y terceros años de las escuelas.

Para Sabini se trata de “un trabajo muy serio” de evaluación sobre los problemas de lectoescritura, acompañado de “un desarrollo didáctico muy fuerte para intentar mejorar aprendizajes”.

Desde la oposición, la diputada blanca Graciela Bianchi (Todos hacia Adelante) escribió en su Twitter que consideró lo expuesto una “real estrategia pedagógica”, producto de la “autocrítica sobre malos resultados” en lectura y matemática. “Renovamos esperanzas”, agregó Bianchi. García valoró favorablemente la autocrítica del CEIP. Según explicó, la discusión planteada no es “repetición sí o no”, sino que “hay una nueva forma de generar procesos”, que se irá evaluando al mismo tiempo que se pone en marcha.