Gianni Infantino: Hacer un Mundial es muy complicado. Hay que ser realistas: mientras que en Qatar mueren obreros todo el tiempo para construir los estadios, acá endurecen las penas por accidentes laborales.
Tabaré Vázquez: Ese fue un descuido de mi ministro de Economía y Finanzas, no va a volver a ocurrir.
Alejandro Balbi: Yo quiero hacer una defensa de la candidatura conjunta de Uruguay y Argentina. La verdad es que es muy difícil que de aquí a 2030 se logre construir la infraestructura mínima necesaria para organizar un Mundial.
Wilmar Valdez: Pero ¿qué decís, Alejandro? Nos estás hundiendo.
Alejandro Balbi: Tranqui, tranqui. Acá hay una estrategia de defensa muy definida. Quiero dejar en claro que a lo mejor se llegan a construir los estadios, pero en toda la parte de hoteles, carreteras y aeropuertos no hay chances.
Wilmar Valdez: Alejandro, dejá de defendernos, por favor. Dedicate a la parte dirigencial, las defensas las armamos nosotros.
Gianni Infantino: Otra de las cosas que me preocupan es que la situación política de Uruguay y Argentina puede cambiar de aquí a 14 años. Ahora la relación es buena, pero con el recambio de autoridades el panorama puede cambiar.
Carlos Mac Allister: No me preocuparía por eso. En Argentina tenemos todo planeado para que cuando yo me vaya entre como secretario de Deportes Fernando Niembro. Y como en Uruguay el mismo cargo va a estar ocupado por Jorge da Silveira, se van a entender muy bien.
Gianni Infantino: Como veo que no entran en razón, les voy a dar un argumento definitivo por el que no pueden organizar un Mundial: no tienen dinero para los sobornos.
Tabaré Vázquez: Pero ¿cómo? ¿Usted no era un presidente de la FIFA bueno, una especie de Jorge Bergoglio del fútbol?
Gianni Infantino: ¿Ustedes no vieron mi cara y mi apellido? ¿Les parece que un tipo como yo puede erradicar la mafia del fútbol? Es lo que yo les digo: les falta, les falta mucho.