Tal como aparece acá al lado, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, anunció un paquete de medidas para reducir el déficit fiscal. El primer anuncio oficial del gobierno fue realizado el domingo por el vicepresidente Raúl Sendic. “Lo elegimos como vocero porque es el mejor referente de lo que puede pasar cuando las cuentas públicas no cierran”, explicaron desde el Poder Ejecutivo.
Como era de esperar, las reacciones negativas a la propuesta del gobierno fueron muchas. Un legislador del Partido Nacional aseguró que el gobierno “está emprendiendo un camino similar al de varios países de la región, que pretenden hacer que la clase media acomodada pague impuestos en lugar de viajar a Miami todos los años”. “Acá hay una voracidad fiscal propia de un régimen populista que acepta casi con desgano la democracia y en cualquier momento puede abrazar el autoritarismo. Prueba de ello son los constantes ataques a la prensa libre e independiente. Tabaré Vázquez es un censor de la prensa. Los anuncios del ministro Astori son preocupantes”, afirmó. Un colega suyo del Partido Colorado coincidió en que el aumento de varios puntos porcentuales del Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas (IRPF) al 10% de los trabajadores de mayores recursos amerita “la aplicación inmediata de la cláusula democrática del Mercosur”.
Mientras tanto, Ricardo Peirano, director de El Observador, escribió en una columna de opinión que con este ajuste “la clase media que durante todo este tiempo gozó de un buen pasar, pero no tan bueno como debería haber sido si no se les hubiera dado tanto dinero a los pobres, va a abrir los ojos y comprender que la izquierda uruguaya no sólo restringe las libertades individuales, sino que además financia el terrorismo. Con este tarifazo, Uruguay entró oficialmente en el eje del mal”.