Un equipo integrado por arquitectos de la Universidad de la República (Udelar) y la dirección del Hospital de Clínicas (HC) elaboró una propuesta de refuncionalización del hospital según la cual es posible remodelar el edificio: la arquitectura y la estructura del hospital son “nobles”, se aprovecharía la excelente ubicación en la que se encuentra y es viable hacer las obras manteniendo la asistencia, concluye el trabajo. La inversión requerida sería de 119,6 millones de dólares, y las obras demorarían cinco años. Otro equipo de universitarios, integrado por la dirección del HC y por representantes de todos los órdenes y el rector, Roberto Markarian, elaboró a su vez una propuesta de financiamiento que tiene como eje no aumentar el déficit público -requisito exigido por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)- y financiar la obra mediante la reducción de los aportes patronales que hoy paga la Udelar. Reivindican que la actual situación respecto del pago de aportes es una “desigualdad notoria”: la educación privada está totalmente exonerada de estos, las empresas públicas pagan 7,5% del salario y la Udelar paga 19,5% (46 millones de dólares anuales). Con una reducción de los aportes a 10% por diez años (que comenzaría en 2027, cuando se comience a pagar, en cuotas, la obra al inversor) se estima que se cubriría la inversión necesaria. El viernes, en un acto en el Paraninfo de la Udelar, la intergremial universitaria presentó el movimiento Todos por el Clínicas, que buscará promover esta alternativa entre la opinión pública, legisladores y el gobierno.
La convocatoria al movimiento surgió de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), la Agremiación Federal de Funcionarios de la Universidad de la República, la Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas, la Asociación de Docentes de la Universidad de la República y el PIT-CNT. El Paraninfo estaba lleno, en un acto al que concurrieron varios legisladores que habían sido invitados especialmente porque el proyecto requiere aprobación parlamentaria. Sofía Kohn, representante de la FEUU, sintetizó en el acto que el objetivo consistió en “poner en el orden del día la necesaria transformación del hospital”, que hoy está “en un punto crítico”. Recordó que otros proyectos fracasaron “por falta de consensos” en la interna universitaria -que la actual propuesta reúne- y reivindicó que el proyecto de financiamiento “contempla cada uno de los reparos presentados por el Poder Ejecutivo”.
Markarian explicó que el 24 de mayo el Consejo Directivo Central aprobó la propuesta en general, y el 26 de mayo la envió por carta al MEF y habló por teléfono con el subsecretario, Pablo Ferreri; dijo que espera concretar una reunión “cuanto antes” con las autoridades, para llegar a un acuerdo sobre la financiación antes del 15 de julio. En la búsqueda de financiamiento hubo reuniones con distintas instituciones, entre ellas el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco de la República y República AFAP, e incluso con la multinacional con sede en Corea del Sur Samsung; “hay interés, cosa que para mí es auspiciosa”, valoró el rector.
La propuesta edilicia concentra los servicios asistenciales en los primeros diez pisos del hospital, destina los tres siguientes al área docente de enseñanza e investigación y los seis pisos superiores quedarían para la Udelar. La “rezonificación” de los servicios permitiría crear un área crítica de atención de emergencia, un área ambulatoria y un área de cuidados moderados, con sus servicios concentrados; se estima que se llegará a contar con 300 camas, informó la actual directora del HC, Raquel Ballesté.
El decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomasina, destacó que con esta propuesta se “jerarquiza la función pública”, entre otras cosas porque se logró “rápidamente” presentar una alternativa a la propuesta del Poder Ejecutivo -que impulsaba un proyecto de participación público-privada para la reforma-, y resaltó que es importante “mantener este clima de unidad” pese a que “sería hipócrita decir que no hubo distintas miradas”. Recordó que la facultad aprobó una ordenanza que transforma la gobernabilidad del hospital, y consideró que la propuesta universitaria resuelve “algunos problemas históricos” del hospital, como la circulación, ya que se piensa la estructura “desde la necesidad del usuario”. En referencia al nombre del hospital, sintetizó en que se necesita “menos clínicas, y más universitario”: “dejemos aquello de la clínica y el profesor, y las camas en función del profesor; ese es un elemento a cambiar”.
Cómo se paga
Dos economistas se refirieron a la propuesta financiera del proyecto: Daniel Olesker, asesor del PIT-CNT, y Jorge Notaro. Olesker aportó algunos datos sobre el presupuesto del HC. Comentó que actualmente el gasto en salud de Uruguay llega a 6,2% del Producto Interno Bruto (PIB) y que el del HC implica 0,15% del PIB (es 22% del presupuesto universitario), y opinó que su aporte en términos sanitarios “es muy relevante en relación con el financiamiento que recibe”. Olesker consideró que es una “buena alternativa” la presentada por la Udelar, pero planteó otras: dijo que el año pasado se devolvieron 2.900.000 pesos por el impuesto del Fonasa y que “suspender un año la devolución podría financiar la obra”; agregó que, por otra parte, se podrían utilizar con este fin las reservas internacionales -hay 3.500 millones de dólares disponibles, dijo-, ya que el monto es razonable y sería un gasto por única vez. También planteó que la integración del HC al Sistema Nacional Integrado de Salud le permitiría al hospital recibir un financiamiento como prestador público, y propuso “rediscutir” esa opción.
Notaro, por su parte, se refirió a lo que paga la Udelar en concepto de aportes patronales, y lo consideró “una desventaja” al competir con las instituciones educativas privadas, entre otras, las universidades, que están exoneradas de impuestos. Puso ejemplos inversos, como que las empresas públicas pagan el Impuesto a la Renta de las Actividades Empresariales para competir en igualdad de condiciones con las privadas, o que el Banco República tiene las mismas exigencias que la banca privada por el mismo motivo. “¿A santo de qué la educación privada está exonerada de aportes y la pública no? ¿Qué tienen, coronita?”, preguntó el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, que planteó que ahora se debe difundir la propuesta “en la calle”.