Ayer llegaron a Montevideo pescadores artesanales de Nueva Palmira, Colonia. Se reunieron con la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) y con la bancada de diputados del Frente Amplio. Se habían movilizado el viernes, porque no pescan sábalo desde mediados de diciembre, a causa de la baja del precio del pescado y de los desencuentros con la única empresa que compra esta especie y no lo hace desde esa fecha: Evamel SA, ubicada en el departamento de Salto y cuya marca comercial es Latina Comercial de Alimentos.
Eduardo Benítez, delegado del Sindicato Único de Trabajadores del Mar y Afines en Nueva Palmira, contó a la diaria que la baja ha crecido gradualmente en los últimos meses: “En noviembre estaba a 20 pesos el kilo, a fines de noviembre bajó a 17, unos días antes de las fiestas bajó a 15, y desde ahí ya no pescamos por el parate de las fiestas. El 4 de enero, cuando fuimos a arrancar de nuevo, quedaba en 13 pesos” y a ese precio “ya no es rentable, hay que sacar una cantidad brutal de pescado”. Benitez dice: “Si nos quedábamos quietitos y sumisos nos compraban todo a 13, pero como nos organizamos el tipo se recalentó”. Después de la movilización del viernes habían llegado a un acuerdo con el empresario -en el que medió la Dinara-, que regía hasta ayer. Arreglaron el precio en 14,50. Pero los pescadores entendieron como un “castigo” que les hayan fijado un cupo de 150 kilos por pescador por día, que equivale, con suerte, a unos 2.000 pesos. Pero llegaron a acordar que la empresa compraría el pescado suficiente para compensar los días sin pescar. Entre lunes y martes, deberían pescar unos 20.000 kilos, 400 kilos cada pescador, a $14,50 el kilo, pero los pescadores no pudieron completar esa cantidad porque el agua estaba muy alta, y ni el clima ni los peces acompañaron. Ahora el desafío es encontrar una solución. Los trabajadores aceptaron esta propuesta, en principio, “para destrabar y seguir negociando” y también para “oxigenarse un poco”, ya que estaban en una situación complicada. Para Daniel Gilardoni, director de la Dinara, “el principal problema es que el sábalo es un producto que tiene pocos mercados”, y en esos pocos mercados, “los precios están en caída, y la colocación está sumamente lenta”. Según los datos que maneja la Dinara, la única empresa que está comprando y que concentra 75% de las exportaciones de sábalo es Evamel SA. La empresa le manifestó a la Dinara que “tiene stock y está viendo cómo salir a colocarlo”. Los pescadores entienden que “el mercado está complicado”, pero dicen que están buscando, “porque podría haber alguna otra chance; esto es muy coyuntural, de repente hoy está así y en 15 días salen todos desesperados a comprar pescado”. Gilardoni cree que problemas como este responden a la “situación de crisis importante que atraviesa desde hace varios años la pesca”, que tiene problemas con “los mercados de destino, la competitividad y los costos internos”. En las oficinas de Montevideo hoy seguirán las mediaciones y los intentos de destrabar la situación. Mientras tanto, en Nueva Palmira, los pescadores se embarcarán, como todos los días, para ganarse el pan.