El presidente Tabaré Vázquez se reunió ayer con el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el jordano Zeid Ra’ad al Hussein, quien llegó a Uruguay para participar en el 165º Período Ordinario de Sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Luego del encuentro, el funcionario calificó la reunión de “muy productiva”, aunque reconoció que “el señor presidente del Uruguay estaba muy interesado, por no decir obsesionado, sobre cómo era vivir en un país petrolero como Jordania”. De todas maneras, Zeid dijo estar “satisfecho” por el hecho de haber sido recibido por Vázquez, ya que “con los últimos antecedentes de Uruguay en materia de relacionamiento con los organismos internacionales de derechos humanos, yo venía preparado para encontrarme con algún portero que me dijera que el presidente estaba ocupado y no podía atenderme”. El funcionario hacía referencia a la ausencia del Estado uruguayo durante una reunión de la CIDH celebrada en mayo en Buenos Aires, y también a la resolución de la Suprema Corte de Justicia que declaró inconstitucional la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad, a pesar de los pronunciamientos de la CIDH en el caso Gelman. Un funcionario de esta institución reconoció que este período de sesiones se está desarrollando en Montevideo “porque si se hacía en otro lugar los uruguayos no venían”. “Sabemos que Montevideo es una ciudad chica y es difícil esconderse. Si ellos [los representantes del Estado uruguayo] no viajan a una ciudad en donde se hace una reunión, es una cosa. Pero si la reunión es en la capital de su país y ellos no van pero después nos los cruzamos paseando por ahí, es otra cosa. Creemos que no van a ser tan caraduras”. De todas maneras, los organizadores de las reuniones llevan consigo los teléfonos y direcciones de los representantes uruguayos, y además tienen a su disposición automóviles “para ir a esperarlos a la salida de sus casas y que no se nos escabullan”.