La posibilidad de que el ex vicepresidente Raúl Sendic comience a cobrar ahora el subsidio que le corresponde por haber ejercido el cargo, a pesar de que la Constitución prohíbe que un funcionario que renunció a su cargo pueda acceder a este beneficio antes de que termine el período de gobierno para el que fue electo, generó varias críticas de la oposición, sobre todo dirigidas a la vicepresidenta Lucía Topolansky, que defiende la medida.

“Es un escándalo que erosiona la credibilidad del sistema político. Lo peor es que nos dicen: ‘Todos los legisladores que renuncian cobran el subsidio ni bien dejan el cargo’. ¡Por eso mismo es tan grave! Antes nadie sabía esto. Ahora que Sendic lo va a hacer, todo el mundo se enteró. Nuestra imagen quedó por los suelos, sobre todo porque no pensamos dejar de hacerlo”, aseguró un diputado del Partido Nacional (PN).

De todos modos, el legislador reconoció que la polémica “nos vino bien a los blancos, porque después del papelón que hicieron los de Alianza Nacional, al defender a un intendente que hizo dinero vendiéndole nafta a la comuna que preside, luego de haber estado años criticando la corrupción en el Frente Amplio (FA), necesitábamos alguna metida de pata del lado de enfrente”.

Estos dos episodios causaron inquietud en la Corte Electoral. Un funcionario del organismo explicó: “El PN y el FA parecen estar metidos de lleno en una campaña para perder las elecciones en 2019. No se dan tregua. Cada vez que uno hace algo que lo hunde frente a la opinión pública, el otro, en lugar de capitalizarlo, hace algo igual o peor. Parecerían que no entendieran que parte del juego democrático es sentarse a esperar que el rival se equivoque. Hay una preocupante ausencia de partidos dispuestos a ganar las elecciones. Por suerte, los militares son bastante corruptos también y no están en condiciones de lanzar un discurso anticorrupción que les permita ganar el apoyo popular suficiente para dar un golpe de Estado”.