El domingo se llevaron a cabo las elecciones municipales en Cuba, uno de los primeros pasos del proceso de elección del presidente y el único que funciona por el voto directo de la ciudadanía. Los delegados municipales electos en esta ocasión, junto con representantes de organizaciones ligadas al gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), elegirán ahora a los integrantes de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que a su vez elegirá al sucesor de Raúl Castro. “Es todo culpa del bloqueo criminal que nos impone Estados Unidos. Tenemos tantas privaciones que no podemos organizar más de una elección general. No puede ser que el mundo siga dándonos la espalda”, aseguró un integrante del Comité Central del PCC.

Con la elección del nuevo presidente, la nación caribeña pondrá fin a más de cinco décadas de gobierno de los hermanos Castro. Fidel fue presidente de 1959 a 2008, y Raúl lo sustituyó desde ese año hasta la fecha. “Menos mal que no tienen más hermanos vivos. Si no, íbamos a terminar siendo gobernados por un anciano. Estaríamos peor que en Uruguay”, declaró un integrante del Poder Legislativo. Mientras tanto, el presidente Castro aseguró que con las elecciones presidenciales “Cuba le va a dar al mundo un par de lecciones de democracia”. El mandatario dijo estar “absolutamente convencido” de que los comicios se transformarán en los primeros del siglo XXI en los que las encuestadoras acertarán cuál es el partido ganador. “En todo el planeta la labor de las empresas consultoras de opinión está siendo cuestionada por la forma poco transparente en la que operan. Acá no va a pasar nada de eso. Lo que digan las encuestadoras, se va a dar”. El vocero de una de las consultoras más importantes de la isla, propiedad del Estado, se mostró confiado en que esto iba a ser así, ya que “el sistema de encuestas de Cuba es de los más fiables del mundo. Baste como ejemplo el hecho de que si bien el PCC corre con gran ventaja, todavía no lo damos como ganador, porque sería poco serio. Hay que esperar al día de las elecciones”.