El proyecto de ley que crea la Universidad de la Educación (Uned) está circulando entre los ministros para que lo firmen, y en las próximas horas se estima que será enviado al Poder Legislativo. Una comisión asesora del Sistema Nacional de Educación Pública, integrado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la Universidad de la República (Udelar), la Universidad Tecnológica (Utec) y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), fue la encargada de analizar los contenidos del proyecto y de elaborar su exposición de motivos, mientras que el MEC fue el responsable de la redacción del articulado. El texto enviado por el MEC a Presidencia de la República tiene algunos cambios respecto del anteproyecto de ley que circuló a mediados de año e incorpora una modificación reclamada por varios actores, que es la regionalización de la institución.

Este texto, además, incorpora una exposición de motivos, que el anterior todavía no tenía. Dicha exposición ubica en 2005 el año en que la formación en educación comenzó distintos procesos para obtener estatus universitario, y puntualiza que el Consejo de Formación en Educación (CFE), creado en 2010 como un órgano desconcentrado de la ANEP, “posibilitó el inicio de un período transicional caracterizado por una ampliación de la integración de su órgano de conducción mediante la incorporación de representantes de los docentes y los estudiantes, y por la implementación de iniciativas tendientes al fortalecimiento de prácticas propias de un espacio universitario”. El CFE tiene hoy 22 institutos de formación docente y seis Centros Regionales de Profesores (Cerp) en todo el país, y la exposición de motivos asegura que “la nueva institucionalidad recogerá esta tradición, al tiempo que dará un salto cualitativo con el objetivo de responder a los nuevos desafíos a los cuales el país y la sociedad habrán de enfrentarse”.

La exposición presenta los argumentos que motivan la creación de la Uned: “La singularidad y la especificidad de la formación en educación son una de las temáticas que hacen a la identidad de los educadores como profesión y a sus procesos de formación. La formación de los docentes y educadores debe realizarse considerando los diferentes contextos históricos (socio-políticos y económicos), los actuales procesos de globalización y los cambios permanentes en Uruguay y en el mundo. El ámbito universitario se presenta, en este contexto, como el espacio idóneo para el logro de estos objetivos”. También se puntualiza que la Uned deberá “articular de forma proactiva las funciones de investigación, enseñanza y extensión”, que debe ofrecer “oportunidades de formación continua” y promover “sinergias potentes entre instituciones de iguales características, asegurando la movilidad y navegabilidad tanto vertical como horizontal de estudiantes y docentes dentro de la institución y con las demás instituciones que integran el Sistema Nacional de Educación Terciaria [SNETP]”.

“En la actualidad, los educadores se enfrentan a desafíos cada vez más complejos, que es necesario asumir con un profesionalismo acorde a los tiempos. Para ello, se torna imprescindible una formación en educación capaz de producir conocimiento y actuar en consecuencia. El rango universitario al que se aspira permitirá que los educadores sean investigadores de su propia práctica, de los procesos de enseñanzas y aprendizajes, de los contextos y sus características. De esta manera, se favorecerá la consolidación de un cuerpo docente que reflexione, produzca y sea proactivo a la hora de tomar decisiones”, resume la exposición de motivos.

Al referirse a las actividades de investigación de la nueva universidad, el texto asegura que tendrá “particular énfasis en cuestiones didácticas, pedagógicas y en el estudio de las variables sociales que intervienen en el fenómeno educativo. La generación de nuevos conocimientos en estos rubros ayudará a responder a los permanentes desafíos de la enseñanza, en contextos de cambios y complejidad creciente, de demandas múltiples y sujetos educativos diversos”. Por otra parte, en relación a la extensión, señala: “Una universidad de educación con vínculos ampliados con su entorno contribuirá a que se diseminen de manera productiva sus conocimientos y acumulaciones por el conjunto del tejido social. En la otra dirección de este vínculo, el nexo con las familias y con otros actores sociales propenderá a la adquisición de nuevos aprendizajes institucionales, que favorecerán que la enseñanza resulte pertinente a las características y necesidades de la sociedad a la que pertenece y a la que se debe”.

Movilidad y regionalización

El articulado hace énfasis en que la nueva institución tiene como cometidos “consolidar la articulación y cooperación con la Udelar y la Utec en el marco del SNETP” y “promover diseños curriculares que aseguren la movilidad y navegabilidad tanto vertical como horizontal de estudiantes dentro de la institución y con las demás instituciones que integran el SNE- TP”, y en el artículo 6 o , destinado a la movilidad y cooperación, establece que la Uned “desarrolla una amplia movilidad académica de estudiantes y docentes dentro del SNETP, sustentada en la construcción de un sistema común de créditos y en carreras docentes conectadas”.

En materia de la organización de la universidad es que aparece el mayor cambio de este proyecto de ley respecto del anterior: la creación de los Institutos Universitarios Regionales (IUR), que serán los órganos de conducción de cada una de las cinco regiones. Que el proyecto reconozca cierto grado de regionalización a nivel institucional era un reclamo planteado, por ejemplo, por la directora del CFE, Ana Lopater. El artículo 14 se refiere a que serán cinco regiones, aunque no establece su delimitación. La creación de los IUR genera a su vez cambios en la integración del Consejo Directivo Nacional (CDN) y la Asamblea Nacional: en el caso del CDN, estará integrado, además de por representantes de los órdenes de docentes, egresados y estudiantes, también por los directores de los IUR, mientras que los delegados de la Asamblea Nacional serán 30, dos de cada orden por cada IUR. Este nuevo texto cambia la figura del secretario general de la universidad a la de secretario de gestión, y agrega que el nombre que ocupará ese cargo será definido por el CDN “a propuesta del rector”.

Los consejos de los IUR están integrados por ocho miembros: el director, dos representantes de los estudiantes, dos de los egresados y tres docentes; el director será elegido por dos tercios de votos del IUR. Entre sus atribuciones, los consejos de los IUR tendrán que administrar los servicios y dependencias de la región, resolver sobre los recursos administrativos, planificar las actividades académicas, implementar procesos de evaluación docente, aprobar proyectos de enseñanza, investigación o extensión propuestos por la región.

El primer tiempo

El proyecto también prevé un leve cambio respecto de la primera integración del CDN, que se detalla en las disposiciones transitorias. El anterior proyecto preveía un consejo integrado por los miembros del CFE, mientras que este texto prevé que tres integrantes del consejo provisorio sean nombrados por el Poder Ejecutivo con venia del Senado, y un representante del orden docente y otro del orden estudiantil electos para este CDN provisorio. A su vez, el anterior proyecto preveía un plazo máximo de 24 meses para la convocatoria a las elecciones de la Asamblea Nacional, y este proyecto amplía ese período a 48 meses.

Entre las disposiciones transitorias se mantiene que en los primeros 18 meses de gestión, el CDN provisorio deberá reglamentar un procedimiento para revalidar los títulos que se hubieran obtenido antes de la creación de la Universidad. También se mantiene que los recursos económicos asignados al CFE pasarán a la Universidad, así como los funcionarios, y se mantiene la aclaración de que en ningún caso el pasaje podrá suponer una disminución de la retribución de los funcionarios.