El Gabinete Nacional de Bioseguridad (GNBS) aprobó el viernes cuatro nuevos eventos transgénicos de maíz y soja, en una votación dividida. Votaron a favor los ministerios de Economía y Finanzas, Ganadería, Agricultura y Pesca, Relaciones Exteriores, e Industria, Energía y Minería, mientras que votaron en contra los de Salud y Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. Una fuente del Poder Ejecutivo aseguró: “Creo que en esta votación quedó demostrado que los enfrentamientos en la interna del gobierno no responden a cuestiones ideológicas, como se dice por ahí. Esto no es una cuestión de izquierda o derecha. Acá la división es entre cajetillas y el resto. Y los cajetillas claramente están ganando”.
Para varios grupos defensores del medioambiente, la aprobación de los eventos transgénicos fue una muy mala noticia que empañó la votación favorable, el martes en el Parlamento, de una ley que prohíbe el fracking durante los próximos cuatro años. De todas maneras, para algunos ambientalistas la prohibición tampoco era algo para festejar, ya que, ni bien terminó la votación en el Parlamento, el Poder Ejecutivo lanzó una licitación para la explotación de hidrocarburos mediante fracking a partir de 2022. Un jerarca del MEF declaró: “A la gente acá no le sirve nada. Si el gobierno hace las cosas lento, se quejan porque es muy lento. Pero si decide apurarse e ir armando una licitación con tiempo para que dentro de cuatro años no tengamos que andar haciendo las cosas a las apuradas, también se quejan”. El funcionario reconoció que “en teoría” es posible que cuando termine la moratoria esta se renueve, aunque consideró: “Siendo realistas, en 2022 vamos a tener un gobierno del Partido Nacional repleto de empresarios, o un gobierno del Frente Amplio con militantes de izquierda en lugares simbólicos y empresarios tomando las decisiones importantes. Es más, lo más probable es que a esa altura Uruguay rechace oficialmente que el cambio climático sea culpa de los seres humanos”.