Edgardo Novick: Ayer podría haber sido un día histórico para nuestro partido, porque Peña asumió en la cámara alta. Desgraciadamente, Bianchi faltó, así que nos perdimos la oportunidad de tener dos senadores en una sesión. Por eso decidí descontarles el día a los dos.

Daniel Bianchi: ¿Cómo que nos van a descontar el día?

Edgardo Novick: Y sí. La gestión es nuestro estandarte. ¿Cómo vamos a convencer a la gente de que somos capaces de gestionar un país si no somos capaces de gestionar un partido?

Daniel Peña: ¿Pero a mí también me van a descontar el día? Si yo vine...

Edgardo Novick: Peña, no me gusta su actitud, acá queremos gente proactiva, que hable poco y trabaje mucho.

Guillermo Facello: ¿Y a los diputados no nos van a descontar el día? Somos todos parte de la bancada. Creo que nos tendrían que descontar también.

Edgardo Novick: Facello, me gusta su actitud. Usted tiene futuro en esta empresa. Perdón, en este partido. Pero sigamos con la reunión, que hay mucho trabajo por hacer, y muchas cosas por gestionar.

Daniel Peña: Yo tengo un planteo para hacer: si quieren que nos tomemos esto como un trabajo, nos tendrían que dar plata para los trajes. Es un uniforme de trabajo.

Edgardo Novick: Peña, su actitud no me gusta nada. En el aviso que puse en el diario pidiendo políticos, decía bien claro que tenían que traerse su uniforme.

Daniel Peña: Sí, pero también decía que había posibilidades de ascenso en la empresa, quiero decir, en el partido, y hasta ahora solamente pude asumir la banca en el Senado una vez, y encima me descuentan el día.

Edgardo Novick: Peña, si no le gusta este partido, agarre el diario y póngase a buscar otros partidos.

Daniel Peña: Me llamaron los evangelistas, pero me pedían que empezara a ir a la iglesia.

Edgardo Novick: ¿No le digo? Quédese con nosotros y póngase a trabajar.