El presidente de la Comisión de Educación de la cámara alta, el senador Marcos Carámbula, recogió el guante que lanzó el Grupo de Reflexión sobre Educación (GRE) el año pasado, cuando planteó en un documento público la necesidad de elaborar, por primera vez en la historia del país, un Plan Nacional de Educación. Carámbula convocó anoche a una mesa redonda en la que representantes del GRE plantearon su idea y distintos actores reflexionaron sobre la necesidad de caminar hacia un Plan Nacional de Educación.

La propuesta del GRE se presentó en el Diálogo Social, pero luego el grupo tuvo reuniones con los representantes del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP) y con la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, y se logró que el Plan Nacional de Educación sea uno de los puntos a discutir en el Congreso Nacional de Educación al que se convocará este año.

Una de los que participaron ayer en la charla fue la subsecretaria de Educación y Cultura, Edith Moraes, que reafirmó la necesidad de tener un plan de educación. Consideró que el Congreso es “una potente herramienta de participación ciudadana”, que ya está en marcha (ayer fue la primera reunión ordinaria de la comisión organizadora), y detalló que en esa instancia se producirán insumos para el Plan Nacional de Educación. De todas formas, Moraes aseguró que la discusión para llegar a un plan no será fácil. “Vamos a tener que trabajar con las diferencias, con las discrepancias y las contradicciones”, dijo. La subsecretaria opinó que la educación se está volviendo “una madeja bastante enredada y deshilachada” y afirmó que en el seno de la comisión organizadora del congreso “hay conciencia de que hace falta este encuadre rector”.

El presidente del Codicen, Wilson Netto, también estuvo presente ayer y aseguró que desde su lugar “avala y acompaña estos espacios que permitan seguir profundizando” en la planificación, e hizo hincapié en la participación. “La participación es clave, porque la democracia así lo exige”, afirmó. El rector de la Universidad de la República (Udelar), Roberto Markarian, también manifestó su apoyo a que en el congreso se discuta sobre el Plan Nacional de Educación. “Es una manera de dar una visión global del sistema educativo, que estamos necesitando”, afirmó. Markarian aseguró que el Sistema Nacional de Educación Pública “no funciona como un sistema”, y consideró que la estructura misma del sistema “dificulta hacer un plan global; se va a chocar con quienes defienden su terreno, lo que se llama jurídicamente autonomía, y eso dificulta las cosas”.

En tanto, el presidente del PIT- CNT, Fernando Pereira, se preguntó por qué el tema educación “no está entre las principales preocupaciones de los trabajadores”. Consideró que la velocidad de los cambios en el mundo del trabajo lleva a preguntarse si no será que en el futuro “la mayor parte de los uruguayos no tendremos que tener formación universitaria” y, si ese es el camino, aseguró que “hay que avanzar, aunque al principio duela”. Sostuvo que el movimiento sindical debe exigirle calidad a la educación pública, y cuestionó que en el ámbito educativo “existen demasiados boliches abiertos, y falta interconexión”. Aseguró que también desde la central sindical se debe hacer una campaña de defensa de la educación pública, “incluso contra ideas que nos metieron en la cabeza, como que nosotros pongamos nuestros liceos o escuelas en convenios con las empresas”. Además, advirtió que “no conviene generar ninguna grieta con los docentes uruguayos”, quienes, según Pereira, “han sufrido fuertes ataques en los últimos años desde el Estado”.

Uruguay 2030

Walter Fernández Vaz y María Teresa Sales fueron quienes presentaron, en nombre del GRE, la propuesta para caminar hacia un Plan Nacional de Educación. El grupo se posiciona en “la defensa irrestricta” de la educación pública, “la participación democrática en la elaboración de las políticas educativas, el rechazo a todo tipo de privatización o mercantilización de la educación, así como también el rechazo de las pruebas de evaluación estandarizadas a nivel global” como las pruebas PISA. Fernández Val aseguró que el discurso que asegura que la educación está en crisis “no es original de nuestro país”, y afirmó que es un error considerar que los problemas de la educación “son intrínsecos al sistema educativo”. Para “deconstruir” esa idea comparó la proporción de estudiantes que terminan la educación media superior del quintil más alto respecto de los del quintil más bajo de la población, que da un ratio de 6,36, con la proporción entre los mismos quintiles sobre la apropiación de la riqueza, que da un ratio de 6,2. “Es decir que la desigualdad en la distribución de la riqueza se traslada casi linealmente a la probabilidad de completar la educación media”, concluyó.

Ambos cuestionaron las “recetas mágicas” que provienen de organismos internacionales, agencias multilaterales de crédito o fundaciones de expertos en el tema, y aseguraron que un Plan Nacional de Educación “no es un acuerdo interpartidario” o una “reforma educativa”. En cambio, sí implica un “gran acuerdo nacional, con consensos sociales básicos”. Fernández Val explicó que la idea es discutir en este congreso los insumos para la elaboración del plan, y una vez elaborado, que se convoque a otro Congreso para aprobarlo.

Por su parte, Sales dijo que hasta ahora la educación se ha organizado “por reformas y políticas focalizadas”, y que el plan, que es en sí mismo una forma de organizar la educación, puede definirse como “un encuadre para aplicar los cambios en el sistema”, y que desde el GRE manejan el año 2030 como horizonte de aplicación de este.