La situación de Venezuela y Paraguay ha sacudido en los últimos días al sistema político uruguayo, que se vio obligado a tomar posturas, emitir declaraciones y pronunciarse en las redes sociales. La decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de asumir las competencias del Poder Legislativo fue rechazada el jueves por los referentes de los partidos de oposición uruguayos, con excepción de Unidad Popular. Por su parte, la cancillería y el Frente Amplio (FA) se pronunciaron el viernes.

El gobierno uruguayo lo hizo por medio de una declaración de los países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur: Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Paraguay, además de Uruguay) en la que se condena “la situación creada” en Venezuela que afecta “a la Asamblea Nacional de ese país y a los parlamentarios electos por voto popular en diciembre de 2015”, y que “atenta contra los principios y valores esenciales de la democracia representativa y la separación, independencia y acatamiento de poderes públicos, pilares del Estado de Derecho”. La declaración reitera “el urgente llamado” a que Venezuela “avance efectivamente en la aplicación de medidas concretas acordadas con la oposición con apego a las disposiciones” constitucionales y la “disposición de cooperar” con el pueblo y el gobierno venezolano “en todo lo que pueda contribuir a una solución pacífica y definitiva de los conflictos sociales, humanitarios y económicos”, y hace “un llamado por el pronto restablecimiento del orden democrático en ese país”.

Por su parte, la Mesa Política Nacional del FA expresó “su preocupación ante el enfrentamiento político” en el país caribeño y consideró que “las fuerzas políticas y sociales venezolanas deberán recorrer sus propios caminos de reencuentro”. “Sin embargo, esta nueva situación atenta contra las bases del mutuo respeto y debido equilibrio de poderes”, por lo que entiende que “no puede haber otro camino que el del diálogo entre las autoridades y la oposición venezolana, para reconducir el proceso por las vías institucionales”. Rechaza la decisión del TSJ, “ya que no aporta al proceso y desestabiliza el orden institucional del hermano país”, y exhorta a las autoridades de la Organización de Estados Americanos (léase Luis Almagro) “a ajustar su accionar a efectos de ayudar a estabilizar la región, no realizando una injerencia inapropiada en este delicado proceso”. La Mesa “aspira” a que la Unasur “despliegue iniciativas para apoyar el proceso de diálogo” y ofrece “su solidaridad al pueblo venezolano en estos duros momentos”. Esta declaración fue votada negativamente por el Partido Comunista.

En tanto, el sábado, y tras el pedido del presidente Nicolás Maduro al TSJ de reconsiderar su decisión, el tribunal anunció su renuncia a asumir las funciones de Parlamento. A su vez, los cancilleres del Mercosur reunidos en Buenos Aires, entre los que estuvo el ministro Rodolfo Nin Novoa, instaron a Venezuela a adoptar “inmediatamente” medidas concretas junto a la oposición de acuerdo a su Constitución, con el objetivo de asegurar la “efectiva separación de poderes” y el respeto del Estado de derecho y de las instituciones democráticas, así como garantizar los derechos humanos, y que se cumpla el calendario para las elecciones de gobernadores y alcaldes de este año, y de las presidenciales de 2018, consignó la agencia de noticias Efe sobre lo que informó la canciller argentina, Susana Malcorra, tras el encuentro. Según Malcorra, fue la presión de la comunidad internacional la que, “sin lugar a dudas, tuvo un impacto” en el gobierno de Maduro y permitió que este pidiera al TSJ que revisara la sentencia. Según Efe, los cancilleres del bloque van a promover el diálogo con Venezuela para que se restablezca la “plena vigencia” de las instituciones democráticas. En concreto, Argentina, en su carácter de presidente pro témpore, se comprometió a iniciar las consultas con las partes venezolanas involucradas. En otro comunicado, la cancillería de Venezuela calificó los resultados de esta reunión de “falsos positivos mediáticos que pretenden ser legitimados sobre la base de un fraudulento consenso”. Para la cancillería que dirige Delcy Rodríguez, se persiste “en la ilegalidad de vulnerar la condición de Venezuela como Estado Parte del Mercosur”, ya que el país caribeño no fue invitado a la instancia. Califica a la declaración del Mercosur de “bufonesca injerencia que pretende socavar” su soberanía, cuestiona la presencia de “un canciller de facto” (en referencia al brasileño Aloysio Nunes), “una canciller disminuida por las criminales políticas sociales y económicas de su país” (en referencia a Malcorra) y “un canciller a escasas horas del asesinato de un disidente político y masiva represión en las calles” (en referencia al paraguayo Eladio Loizaga).

Por su parte, ayer Maduro dijo que hace una semana que está “llamando” al presidente Tabaré Vázquez “para conversar [sobre] las declaraciones y la actitud de su cancillería”. “Porque yo quiero al presidente Tabaré, lo aprecio, lo aprecio de verdad. El comandante [Hugo] Chávez me enseñó a apreciarlo, porque es un hombre que tiene un espíritu artiguista. No puedo entender cómo su canciller [Rodolfo Nin Novoa] agrede a Venezuela, coordina con el Departamento de Estado las posiciones contra Venezuela, coordina con la embajadora de Estados Unidos en Montevideo [Kelly Keiderling] la agresión contra Venezuela y guardan silencio de las masacres en otros países. Pero [hay que] hablar, como siempre, y hablando aclarar todo con el presidente Tabaré Vázquez y que Tabaré Vázquez pase a la historia como el líder que detuvo la agresión y la intervención contra Venezuela en todos los espacios donde el imperialismo norteamericano presiona”, dijo Maduro.