El VI Congreso del Frente Amplio (FA) Rodney Arismendi levantará el sábado 6 de mayo su cuarto intermedio, que mantenía desde fines de noviembre del año pasado. En aquella instancia la coalición de izquierda había empezado a debatir un documento sobre “Principios y valores” del FA, y había llegado a algunos acuerdos. Por ejemplo, incorporó entre sus valores compartidos el carácter “antipatriarcal” y “antirracista” de la fuerza política. Incluyó entre sus definiciones la promoción de una “sociedad igualitaria”, “sin explotados ni explotadores”, mientras “la derecha” apuesta a “un país fracturado” y promueve una “ideología antisolidaria”. Propuso establecer declaraciones juradas patrimoniales y el levantamiento del secreto bancario para los gobernantes.

El 6 de mayo, el FA deberá considerar los capítulos II a IV del documento, que refieren a inserción internacional, desarrollo sostenible, Estado y mercado, institucionalidad y gobierno. Algunos comités de base y sectores presentaron cerca de 160 mociones de modificación al documento base, para la discusión. A efectos de simplificar el trabajo, se conformó una comisión integrada por representantes de la mesa que preside el Congreso, comités de base y sectores como Casa Grande, el Partido Comunista y el Partido por la Victoria del Pueblo, entre otros, que buscó en 12 reuniones sintetizar las propuestas y evitar duplicaciones. El resultado del trabajo es un documento ordenado por capítulos, al que accedió la diaria.

Entre las propuestas que estarán a consideración del Congreso para modificar el documento base se incluye una moción que sostiene que en la última década “el imperialismo norteamericano intervino militarmente en una gran cantidad de países, en todos los casos dejando un saldo de destrucción material, millones de desplazados, muerte de civiles, imposición de gobiernos a la fuerza y sobre todo saqueo de los recursos naturales”. Agrega que en América Latina, Estados Unidos “busca romper con el proceso de unidad de los pueblos y gobiernos” y que, además del “objetivo histórico de derrotar a la revolución cubana”, hoy “trata de aislar y satanizar a Venezuela”. Se advierte que frente al fracaso del Área de Libre Comercio de las Américas, ese país “ha buscado realizar acuerdos bilaterales (Tratados de Libre Comercio y sucedáneos)”, o encabezar “ofensivas diplomáticas con el fin de beneficiar a los países cuyas oligarquías hacen los deberes del imperio”. Sostiene que Estados Unidos apoyó los golpes de Estado en Honduras, Paraguay y Brasil. “A esto le podemos agregar la presencia de la IV Flota, las bases militares en Colombia y aquellas que planean instalarse en Argentina en el mediano plazo, consolidando la presencia del imperialismo en la región y destruyendo la aspiración de la izquierda de América Latina como continente de paz”, advierte el documento.

En cambio, en el texto original la única mención al imperialismo está al inicio, cuando se sostiene que el Frente Amplio es “anti-imperialista”.

Concepciones de la defensa

En un segmento del documento original se plantea que la defensa regional constituye “un bien público” y que “no estamos eximidos de la responsabilidad de contribuir a ella con nuestros recursos humanos y materiales disponibles”. En las modificaciones discutidas por bases y sectores, Casa Grande planteó eliminar esta disposición. En tanto, el Partido por la Victoria del Pueblo y cuatro comités de base propusieron agregar una mención especial al trabajo realizado en la Unión de Naciones Suramericanas, “en la búsqueda de nuevos consensos doctrinarios y mecanismos de cooperación en materia de defensa para un posicionamiento sudamericano autónomo respecto a la política interamericana de defensa”. Advierte que esta última “prohijó la doctrina y la práctica de la seguridad nacional, la que dio lugar a las dictaduras y al terrorismo de Estado contra nuestros pueblos”.

En la parte que refiere al ambiente, el documento original planteaba que este es cada vez más importante para el accionar de gobierno del Frente Amplio. Una moción que se someterá a consideración del Congreso propone agregar que el FA debe “profundizar y ser más exigente en la gestión de lo medioambiental”.

En cuanto al rol del Estado, una moción sugiere agregar que es necesario un Estado que cumpla “un rol protagónico director mediante su intervención productiva en el desarrollo nacional”. Otra moción propone considerar a las licencias de propiedad intelectual como un mecanismo por medio del cual la tecnología se convierte en “uno de los modos de explotación y una nueva forma de apropiación de la plusvalía”.

Otro agregado planteado por las bases y algunos sectores es la necesidad para el FA de “ampliar permanentemente la adhesión y la participación de su base social”. “Para ello debe prestar atención a los efectos de no accionar medidas desde el gobierno que debiliten el bloque social y político”, se advierte en la moción presentada. Se añade la necesidad de mantener como “elementos sustanciales” la “unidad de estrategia, de conducción y de acción”.