La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de relevar de su cargo al director del FBI, James Comey, sigue causando polémicas. Es que muchos políticos, analistas y periodistas consideran que el verdadero motivo de la destitución es que la agencia gubernamental estaba investigando los lazos entre el gobierno ruso y Trump, y especialmente el apoyo que el candidato republicano habría obtenido del Kremlin para ganar las elecciones. Sean Spicer, vocero de la Casa Blanca, rechazó tajantemente estas acusaciones, y aseguró que el mandatario “simplemente está despidiendo gente porque las encuestas lo ponen muy abajo. No olvidemos que eso fue lo que lo catapultó a la fama”. El director del FBI en funciones, Andrew McCabe, compareció ayer ante el Senado y aseguró que las investigaciones sobre las conexiones entre Vladimir Putin y Trump van a continuar, por lo que la sombra de una posible destitución sigue sobrevolando la Casa Blanca. Según la revista especializada en el mundo del espectáculo Variety, un estudio hollywoodense incluso está preparando una película sobre este episodio. La noticia tiene varios ribetes escandalosos, por ejemplo, que el encargado de interpretar al presidente sería el propio Donald Trump. Un ejecutivo de este estudio explicó que la elección de Trump “casi que no es una opción, sino una necesidad. Sería muy difícil, por no decir imposible, conseguir un actor que transmita los niveles de cinismo patológico del presidente”. Pero lo que más escandalizó a los detractores de Trump es que los responsables de la película están considerando la posibilidad de filmarla y estrenarla antes incluso de que la destitución se produzca.
“Es una hipótesis absurda, completamente descabellada, que no se le podría ocurrir al más imaginativo de los autores de ciencia ficción apocalíptica, así que lo más probable es que termine ocurriendo. Con Trump las cosas son así. Uno tiene que estar preparado para todo”, aseguró un legislador del Partido Demócrata.