El jueves se incendió una carpa sindical de los trabajadores de la empresa arrocera Arrozal 33, que desde hace dos semanas están en conflicto con la patronal en reclamo de mejores condiciones de trabajo. Según el sindicato, los propietarios de la empresa fueron los causantes del incendio. Un integrante de la Asociación de Cultivadores de Arroz dijo que el incidente es “una prueba más de que el sector arrocero está siempre dispuesto a invertir, ya que, a pesar de que el gasoil está carísimo, Arrozal 33 fue capaz de invertir en comprar algunos litros para que su establecimiento siga siendo competitivo”.

Los trabajadores de Arrozal 33 comparecieron ante la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, donde relataron que trabajan en condiciones de seguridad extremadamente precarias y que ha habido varios casos de personas heridas o fallecidas debido al mal estado de la maquinaria. Un diputado del Frente Amplio que estuvo presente en la reunión afirmó que Arrozal 33 es “un excelente ejemplo del anticapitalismo que tratamos de impulsar desde la izquierda”. “Porque esa gente, al igual que muchos otros empresarios rurales uruguayos, no son capitalistas, son señores feudales. La situación en esos establecimientos se parece más al feudalismo de la Edad Media que al capitalismo del siglo XVIII”, aseguró.

Un compañero de bancada del legislador se manifestó de acuerdo con estas afirmaciones y agregó que esta situación “representa una gran oportunidad para Uruguay”. “Hoy por hoy, seguimos viviendo del campo y la industrialización es casi nula. O sea que en cualquier momento vamos a hacer nuestra propia Revolución Industrial. Lo bueno es que la vamos a hacer con la experiencia de Europa a la vista, por lo que no tendríamos por qué cometer los mismos errores. La nuestra va a ser mucho más justa y racional. Y creo que con una revolución industrial bien hecha, la revolución socialista sería completamente innecesaria”.