El año pasado Jorge Larrañaga disolvió su grupo político, Alianza Nacional, para construir un sector más amplio, llamado Juntos, con el objetivo de conseguir más adhesiones.
Pero el resultado fue el opuesto: desde que se lanzó la agrupación, varios dirigentes se distanciaron del líder nacionalista, en algunos casos con cuestionamientos a su liderazgo, como Verónica Alonso, y en otros casos declarándose independientes, como el intendente de Cerro Largo, Sergio Botana.
“Quedó claro que cuando Jorge quiso abandonar la política y varios dirigentes le fueron a pedir que no lo hiciera, fue porque irse de un sector que ni siquiera tenía un líder daba una pésima imagen. Es mucho mejor decir ‘ya no estoy con Larrañaga’”, aseguró un dirigente de Juntos. Estos alejamientos, y sobre todo, la posibilidad de que esto sea “sólo el comienzo”, habrían llevado a Larrañaga a pensar algunos cambios para su novel sector.
El dirigente consultado explicó que el primero de ellos sería cambiarle el nombre. “‘Juntos’ suena muy bien, pero es altamente probable que Jorge termine siendo el único dirigente mínimamente conocido que se quede en el sector, así que el plural no tiene sentido. Y como ya mandamos a hacer mucha cartelería, se nos ocurrió que el nuevo nombre podría ser ‘Junto’”. Mientras tanto, ayer se conoció una encuesta de intención de voto del grupo Radar que coloca al Partido Nacional a sólo dos puntos porcentuales del Frente Amplio (26,3% y 28,1% respectivamente. El Partido Colorado aparece tercero, con 5,6%, mientras que el Partido de la Gente, el Partido Independiente, Unidad Popular y el Partido Ecologista Radical Intransigente no llegan a 5%. Uno de los encargados del estudio dijo que la situación se explica “porque aún no se ha descubierto una fórmula para que La Nada encabece un partido político. Pero si La Nada encuentra la forma de presentarse, seguro que les gana a todos”. Según el experto, el modelo electoral mediante el cual las personas eligen a sus candidatos basados en la convicción de que “peor es nada” estaría llegando a su fin. “Eso sirve para una, dos, tres elecciones a los sumo. Pero después de varias décadas de decepciones, la gente empieza a considerar la posibilidad de darle una oportunidad a La Nada”.