El ministro de Ganadería, Glifosato, Arroz y Pesca, Tabaré Aguerre, dijo que la cifra de perros en Uruguay es “desproporcionada”, e instó a abatir el número de cánidos del país. Las declaraciones llamaron la atención de varias figuras del oicialismo, para quienes hoy el mayor problema de la sociedad no es ni la redistribución de la riqueza ni la educación o el empleo, sino el bullying y la autofagia. “No me parece bien pegarle en el piso al compañero Jorge Vázquez por su falta de tacto tras la muerte del policía en la pizzería”, dijo un legislador de la 711 que prefirió no identificarse porque aún conserva algo de dignidad. Desde el entorno presidencial se afirma que “no corresponde pedirle en estos momentos tacto al Perro Vázquez, porque es un hombre probo que en el pasado ha dado suficientes pruebas de carecer de tal cosa”. Desde Casa Grande, siempre inclusivos, dijeron que no les parece bien “discriminar a alguien que padece un trastorno que le impide sentir empatía por otros seres humanos”. Arff.