El directorio de ANCAP decidió apartar de su cargo a la funcionaria que brindó información errónea a las autoras del libro Sendic, el regreso del hijo pródigo, quien afirmó que en los registros del ente figuraban dos viajes del vicepresidente Raúl Sendic que en realidad no había hecho. De todas maneras, desde el directorio no sospechan que haya habido mala intención, ya que, según explicó uno de los directores, “no hay que olvidar que se trataba de una funcionaria de confianza de Sendic, una persona muy cercana”. “No es raro que se mande una macana que lo hunda más todavía”, dijeron.
La semana pasada el vicepresidente salió a pegarle duro a la prensa y llegó a asegurar que la “embestida” en su contra formaba parte de un plan orquestado por la CIA para desestabilizar los gobiernos progresistas de América Latina. Una fuente de la agencia de inteligencia estadounidense reconoció la existencia de un plan concreto para sabotear las aspiraciones presidenciales de Sendic, pero también aclaró: “Él mismo se nos adelantó y se encargó de autoinmolarse. Fue uno de los desperdicios de dinero más grandes que se recuerden en la agencia. Pero ¿quién iba a imaginarse que ese hombre iba a ser capaz de dinamitar su capital político de esa manera?”.
De todas maneras, el vicepresidente opinó que no todos los periodistas que lo atacan responden a los intereses de la CIA, sino que algunos lo hacen “por simple resentimiento”.
Puso como ejemplo varios casos de periodistas que “reproducen las cosas que digo. Eso es de mala leche. Cualquier profesional de la prensa que tenga un mínimo de buena voluntad miraría para otro lado cada vez que abro la boca. Pero no, no me perdonan una: yo hablo y ellos publican lo que digo. Periodísticamente puede estar muy bien, pero desde el punto de vista humano es execrable. Es más, yo creo que si tuviesen un verdadero sentido del apego a las instituciones, cambiarían mis declaraciones para que no parezca que dije lo que dije”.