“Te vas a dar cuenta, peludos y gente mal vestida”. Ese fue uno de los tantos comentarios que le llegaron a Miguel, dueño de la farmacia Brun, de Trinidad, la única que vende marihuana en el departamento de Flores. Según un vecino, el dueño no iba a tener que preguntarles a sus clientes qué querían comprar porque los que fuman marihuana tienen ese perfil. “Nada que ver”, contó Miguel luego de que pasó el histórico primer día de venta. “Excelente la gente que vino, no puedo decir absolutamente nada. Un respeto imponente. Nada de alboroto. Les preguntaba a qué venían porque podían ser clientes comunes y corrientes”, dijo Miguel.

El farmacéutico contó que la venta colmó sus expectativas. Compró un stock de medio kilo (100 paquetes, un cuarto del máximo permitido) “para ver qué pasaba”, y calculaba que lo iba a vender todo en dos o tres semanas. El primer día vendió 60 –la mayoría se llevó de los dos tipos de cannabis– y ayer de tarde no le quedaban más de diez. Además de gente de Flores, a la farmacia de Miguel también se acercaron personas de Durazno y Soriano, departamentos en los que no hay locales que vendan cannabis. Pero las expectativas del comerciante no se colmaron solamente por la venta de marihuana, sino también porque buscaban que el cliente nuevo también comprara otros productos, y sucedió. “El miércoles vendí un perfume importado de tres mil y pico de pesos, estoy más que chocho con eso”, dijo Miguel. Agregó que le sorprendió que se adhirieran tan pocas farmacias para la venta, y que la mayoría fueran del interior, “cuando teóricamente hay más prejuicios en el interior que en Montevideo”.

Por otro lado, José, de la farmacia Bidegain, de Libertad (la única de San José que dispensa marihuana), vendió “más o menos” lo que tenía estipulado el primer día, y ayer “un poco menos”, pero cree que se debió al paro general y a la falta de transporte. Al igual que su colega de Flores, José no compró todo el stock permitido y todavía le quedan paquetes. En su farmacia pasó como en casi todos lados, hubo algunos inconvenientes con el sistema que identifica las huellas dactilares, pero el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) lo está tratando de arreglar. Para José es fundamental la ganancia que se genera por las compras extras que realizan los adquirientes de cannabis, ya sea un cepillo de dientes o una aspirina, porque según el farmacéutico, con la marihuana “se gana muy poquito”, $ 13.000 por la venta de los dos kilos.

“Vendí más de lo que pensaba. El primer día casi 150 [paquetes]. Compré todo el stock, todavía me queda”, contó Alicia, dueña de la farmacia La Cabina, ubicada en Las Flores, la única que vende cannabis en todo el departamento de Maldonado. Allí hubo pocos casos de problemas con el detector de huellas dactilares, y ayer la farmacéutica habló con el Ircca y también le dijeron que lo iban a arreglar. La mayoría de los clientes se llevaron un paquete de cada variedad. “Para probar”, decían todos, que en general eran hombres de entre 20 y 30 años. Alicia no tiene prejuicios con vender marihuana y opinó que si el gobierno hubiese planteado venderla por medio de quioscos o estaciones de servicio, sus colegas hubieran sido los primeros en poner “el grito en el cielo”. “Pero como se los dio a las farmacias, ahora se dan el lujo de decir que no”, finalizó.

El miércoles, durante la primera jornada de venta, la cantidad de inscriptos en el registro de usuarios para consumir cannabis mediante la venta en farmacias se incrementó más de 10%. Ayer el Ircca actualizó sus datos y el número de “adquirientes” para comprar esta hierba en farmacias se elevó de 4.959 a 5.526 personas.

En las cuatro farmacias de Montevideo que dispensan cannabis ya no quedaba ni un paquete desde la tarde del miércoles. Según pudo saber la diaria, en las farmacias Pitágoras (Malvín) y Cáceres (Pocitos) volverá a haber stock entre hoy y mañana.

“Combatir una plaga, una patología de la sociedad, con las mismas herramientas que fracasaron es totalmente ilógico. Lo que estamos intentando en Uruguay es ver si existe un camino alternativo para combatir el narcotráfico”. No lo dijo ningún farmacéutico sino el presidente Tabaré Vázquez ayer en rueda de prensa en Mendoza. Luego agregó que “no hay que consumir drogas” y que hay que “educar en la niñez el no consumo de drogas”.