Ayer vencía el plazo para que el gobierno venezolano le contestara al Mercosur si estaba dispuesto a iniciar un proceso de diálogo con la oposición de su país. En la cumbre de presidentes del Mercosur que se llevó a cabo en Mendoza el mes pasado, los cancilleres de los cuatro países del bloque le enviaron una nota a la cancillería venezolana para “promover las consultas con miras a apoyar el restablecimiento del orden democrático” en ese país. La reunión con el gobierno venezolano se iba a realizar en Brasilia, según reveló el martes 25 de julio el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, en una entrevista con Telemundo. Pero hasta el momento no hubo respuesta del gobierno venezolano, según quedó de manifiesto ayer en el comunicado emitido por la cancillería uruguaya sobre la situación de Venezuela.

En ese comunicado, Uruguay expresa “gran decepción” por la negativa del gobierno venezolano a establecer un mecanismo de diálogo regional, “equilibrado y aceptado por todas las partes” para buscar “una salida al grave conflicto que atraviesa ese país”, y en particular lamenta que no haya aceptado las propuestas del Mercosur y de Uruguay de convocar a ese ámbito. Finalmente, exhorta al gobierno de Nicolás Maduro a “establecer un canal de entendimiento y diálogo con la sociedad venezolana, así como el pleno respeto de los derechos humanos antes de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente,y a la oposición a comprometerse responsablemente en dicho diálogo”.

El canciller argentino, Jorge Faurie, dijo ayer que en Venezuela “no hay democracia” y que “no estamos lejos de [aplicar] la cláusula democrática”. Aseguró que espera poder concretar “con mucha brevedad” una reunión de cancilleres del Mercosur para tratar este tema; dijo que “esta es la expectativa que tienen Brasil, Paraguay y Argentina”. “Y entiendo que Uruguay nos acompañará”, acotó.

Consultado ayer sobre si Uruguay reconocerá los resultados de la Asamblea Constituyente venezolana, Nin respondió que “va a depender del resultado de la exhortación que el gobierno de Uruguay hace para que antes de la instalación de la asamblea se genere un canal de diálogo con la oposición”.

El gobierno peruano propuso una reunión de países latinoamericanos la semana próxima en Lima, pero Nin aclaró ayer, en una conferencia de prensa que dio tras la reunión del Consejo de Ministros, que aún no llegó una invitación formal para ese encuentro. Dijo también que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) “lamentablemente” no intervendrá en esta situación porque “está prácticamente inoperante”, al no haberse designado un secretario general.

La posición de Uruguay

La cancillería uruguaya reiteró ayer mediante un comunicado los conceptos que el gobierno ha utilizado en varias ocasiones para referirse a la situación en Venezuela. Rechazó el “clima de violencia” en ese país, lamentó “con profundo dolor la pérdida de vidas humanas” y alentó a la búsqueda de “una solución pacífica a través del diálogo”. Por otra parte, insistió en los principios de no intervención y en la “solidaridad con el hermano pueblo” de Venezuela. “El gobierno de la República ha mantenido con firmeza el rumbo recomendado por la prudencia, la moderación y el escrupuloso respeto de la legalidad internacional aun a costa de las críticas que le reclamaban mayor indulgencia, por una parte, y mayor severidad, por la otra”, indica el comunicado que se conoció ayer.

El tema se discutió en el Consejo de Ministros y, según dijo a la diaria la ministra de Turismo, Liliam Kechichián, se resolvió no hacer valoraciones sobre los resultados de las elecciones para una Asamblea Constituyente que se celebraron este domingo en Venezuela, ni sobre el mecanismo de convocatoria a una Constituyente. Uruguay adopta de esta manera una posición distinta de la de los gobiernos de Argentina y Brasil; la cancillería del gobierno de Mauricio Macri lamentó la convocatoria a la Constituyente y Faurie la calificó de “ilegal”, mientras que el gobierno de Michel Temer directamente instó a Venezuela a no instalar la Asamblea Constituyente.

Kechichián remarcó, en cambio, que “esos asuntos son de Venezuela, y Uruguay no tiene injerencia”. “Sobre la política interna de Venezuela no va a haber un pronunciamiento”, aseguró. En tanto, Nin dijo en la conferencia que le “llama la atención” que algunos gobiernos –entre ellos, el de Argentina– hayan emitido comunicados antes de que concluyera la jornada electoral del domingo.

Visiones encontradas

La oposición cuestionó ayer el comunicado de la cancillería uruguaya e hizo saber su malestar en las redes sociales. “Qué triste la postura del gobierno frente a la tragedia venezolana. No desconocen Constituyente”, criticó el senador del Partido Independiente, Pablo Mieres. “Declaración de ROU sobre Venezuela quiere ser salomónica y sólo es floja; para contemplar interna del FA, calla ante instalación de una dictadura”, cuestionó en tanto el diputado colorado Ope Pasquet.

El Partido Nacional (PN) ya había emitido un comunicado el domingo, en el que instaba al gobierno uruguayo a respaldar la “suspensión inmediata del Mercosur del régimen autoritario de Venezuela”. “El gobierno de Venezuela ha montado una operación de desconocimiento sistemático y violación de las competencias de los poderes, lo que configura la ruptura de los principios democráticos que ese país ha comprometido en instrumentos internacionales de protección de los DDHH y los principios republicanos, configurándose una dictadura”, sentenció el PN.

En el Frente Amplio hay visiones distintas sobre lo sucedido el domingo y, en general, sobre el gobierno venezolano. El senador Rafael Michelini, del Nuevo Espacio, quien tiene una visión crítica de la convocatoria a la Constituyente, afirmó que “no ayudó en nada en ese camino de diálogo” que debería darse entre gobierno y oposición. “Hay más de diez muertos”, recordó, en diálogo con la diaria. Consideró que debería generarse “un diálogo creíble que retome el cronograma electoral” y que deberían “soltar a los presos políticos, y a partir de ahí reencauzar una democracia plena”.

El diputado del Movimiento de Participación Popular Daniel Caggiani valoró que la votación alcanzada, de “más de ocho millones de venezolanos”, es “un mensaje importante de tratar de buscar un camino en el que las mayorías sociales puedan participar”. “Lo importante es también cómo eso se puede traducir en acciones políticas que tiendan a no polarizar aun más el escenario político en Venezuela y que tiendan a la paz y al entendimiento”, dijo el legislador a la diaria. Opinó que las posturas que apuntan a desconocer los resultados no promueven el entendimiento, pero tampoco lo hacen quienes sostienen que hubo una “victoria acérrima del chavismo”. Sobre la posibilidad de que las funciones de la Constituyente se superpongan con las de la Asamblea Nacional, Caggiani consideró que “pueden convivir las dos instituciones”. Recordó, por otra parte, que cualquier mecanismo de reforma constitucional que surja de la Constituyente deberá contar con el respaldo de la ciudadanía.

El diputado del Partido Comunista Gerardo Núñez estuvo el domingo en Venezuela y evaluó que la jornada electoral se desarrolló “con normalidad” y que los resultados “son 100% auditables” y fueron reconocidos por observadores internacionales de más de 43 países, entre ellos, por el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica. Aseguró que en muchos casos las filas de votación eran “de varias cuadras” y consideró que la alta afluencia de votantes “no se puede reducir a una visión entre chavistas y no chavistas, sino a una visión del pueblo venezolano sobre la paz”. “Obviamente preocupan algunos episodios de violencia [...]que no son la tónica general del proceso”, acotó, en conversación con la diaria. Sobre los asesinatos del domingo, dijo que sólo pudo esclarecerse el de un policía que fue baleado en el rostro; el resto se está investigando y se conformó una “comisión de la verdad” para esclarecerlos. Opinó, por otra parte, que hay una “presión internacional muy fuerte sobre Venezuela, en concreto de algunos gobiernos, que carecen de total legitimidad para hacer estas apreciaciones”. “En México se está viviendo un genocidio de militantes sociales y sindicales, y en Brasil se está usurpando el poder por medio de un golpe parlamentario. Estos son los países que están, con un coro desafinado, intentando poner el grito en el cielo sobre un proceso democrático que es un ejemplo en el mundo”, concluyó.