En Uruguay las modas pasan. Primero fueron las canchas de pádel, luego los cibercafés y, más tarde, las empresas que traen encomiendas desde Miami. Ahora, cualquier uruguayo que se precie de tal está juntando firmas para un plebiscito en contra de la ley de bancarización. Semejante embestida no pasó desapercibida en la bancada oficial, que por estos días prepara su contraofensiva. “Desde el Frente Amplio nos propusimos recorrer todo el país para explicarle al pueblo que se trata de una ley beneficiosa, que no tiene contratiempos”, dijo a Los Informantes (diario) un vocero del gobierno, que no quiso identificarse porque la terminación de su cédula es el pin del cajero. “Venimos un poco atrasados con la iniciativa, porque nos está costando encontrar hoteles del interior que acepten tarjeta de débito”, dijo.
Si la dificultad continúa, comprarán carpas y llevarán alimentos desde Montevideo. “Todo comprado en las grandes superficies, por supuesto. Los almacenes tardan media hora para cobrarte”.