El lunes de noche, la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina entregó sus premios, conocidos como los Cóndor de Plata, a las producciones de ese país durante el año pasado. La luz incidente, de Ariel Rotter –coproducción de Argentina, Uruguay y Francia–, refinada obra en blanco y negro acerca de una viuda joven con dos hijas que intenta reencaminar su vida (en el marco de los años 60, cuando eso significaba, básicamente, encontrar un nuevo marido), fue reconocida como la mejor película, y Lorena Muñoz obtuvo el premio a mejor directora por Gilda, no me arrepiento de este amor.
También fueron distinguidas las protagonistas de esos dos films: Erica Rivas por el de Rotter (sobre el que la entrevistamos) y Natalia Oreiro por su espléndido trabajo como la cantante argentina Gilda (1961- 1996), abanderada de la bailanta, en una labor que combina sus facetas de actriz y cantante.
Como no podía ser de otra manera, en el rubro de actuación masculina el que se impuso fue Oscar Martínez, por su papel protagónico en la multipremiada El ciudadano ilustre, dirigida por Gastón Duprat y Mariano Cohn, sobre un escritor célebre que vuelve a su pueblo natal.
Martínez ya había recibido distinciones por ese trabajo en el Festival de Venecia (Copa Volpi), así como en las entregas de los premios Sur, otorgados por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, y de los premios iberoamericanos Platino, mientras que la película como tal obtuvo galardones en los festivales de Haifa y La Habana, y también premios en España (Goya y Forqué) y México (Ariel), además de los mencionados Sur y Platino.