Las declaraciones que Gabriela Fulco, presidenta del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA), hizo el martes de mañana en una mesa de presentación de un libro en la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo generaron consecuencias. Principalmente, la parte en que señaló que “aplaude” las fugas porque son un “síntoma de salud mental”.

Álvaro Viviano, uno de los directores del INISA, compartió en su cuenta de Twitter la crónica de la charla que publicó este diario y señaló: “Lo dicho aquí no representa lo que siento y pienso”. Consultado por la diaria, Viviano dijo que a veces se hacen manifestaciones en determinados contextos “y no se tiene en cuentan el impacto que pueden tener cuando se simplifican”, ya que “todos sabemos que una fuga impacta y crea una sensación de inseguridad, sobre todo, en los funcionarios”. El jerarca señaló que las declaraciones de Fulco fueron “un tanto desafortunadas”, “en un momento en el que el organismo atraviesa una situación de mucha sensibilidad en todo sentido, con una conflictividad latente por varias circunstancias”. “Hay que ser muy cuidadoso en el tenor de las declaraciones que uno hace”, agregó.

El jerarca también se refirió a una de las propuestas que deslizó Fulco: la posibilidad de liberar a 250 de los 500 adolescentes privados de libertad, gracias a una amnistía. Viviano dijo que él no tiene una opinión formada sobre el tema y que al menos lo quiere discutir en el terreno técnico y político.

Por otro lado, Joselo López, presidente del Sindicato Único de Trabajadores del INAU, dijo a la diaria que “la capacidad de asombro no tiene límites”, ya que en su carrera como dirigente sindical escuchó “disparates bastante grandes”, pero que la frase sobre las fugas “debería llamarle la atención al poder político”. Además, señaló que el resto de las declaraciones de Fulco versan sobre “lo que viene diciendo desde que asumió”, concretamente, que “le echa la culpa a los trabajadores de su fracaso en la gestión”.