El huracán Irma, que azotó varios países del Caribe y el sur de Estados Unidos, fue degradado al nivel de tormenta tropical, por lo que se cree que a partir de ahora no causará más daños significativos. Un pastor evangelista estadounidense identificado con la derecha reconoció sentirse “aliviado”: “Si bien tenemos motivos de sobra para apoyar al presidente Donald Trump, porque ha demostrado ser un defensor de los valores cristianos, la posibilidad de que sea un enviado de Satanás no está descartada. Y ante la inminencia de una catástrofe natural, siempre nos surge la duda de si no es Dios que nos va a castigar. Estos temores se intensifican si el fenómeno implica grandes cantidades de agua, porque en esos casos aparece la sombra del Diluvio Universal”, dijo.
Ayer el presidente Donald Trump fue consultado sobre el paso del huracán Irma. El mandatario aseguró sentir una “mezcla de sentimientos”, ya que, “por un lado, sé que muchos americanos decentes estaban preocupados por su integridad física, pero, por otro lado, el hecho de que Irma se estuviera dirigiendo a una zona con una gran cantidad de inmigrantes latinos me llevó a pensar que una buena cantidad de ellos iban a morir”. “Pero nada de esto ocurrió. Estoy decepcionado”, expresó. El presidente declaró que ahora está “muy esperanzado con que un terremoto en Texas o un tsunami en California pueda hacer un mejor trabajo que este huracán marica, que resultó ser una vergüenza para los fenómenos naturales”.
Fuentes de la Casa Blanca informaron que Trump está “convencido” de que se le debe prohibir al huracán Irma ingresar nuevamente a suelo estadounidense. “Tratamos de explicarle que es imposible detener la entrada de un huracán. Además, una vez que los huracanes desaparecen, ya no se repiten. Pero él sigue insistiendo en que si queremos hacer a América grande nuevamente no podemos detenernos en ese tipo de insignificancias”, reconoció la fuente consultada.